Menorca se viste de gala para el triatlón más oriental de España
Este domingo en el agua de Fornells se disputa uno de los triatlones más bonitos de España y el que más al este queda
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El temido ascenso a la torre en la carrera a pie / HALF MENORCA
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El próximo domingo 18 a las 7.30 de la mañana el sol apenas llevará dos minutos asomado cuando arranque el Half Menorca. A esa hora misma hora aún será noche cerrada en Madrid y en Vigo aún tendrán casi una hora hasta que el astro diga de aparecer, justo entonces casi 500 valientes se tirarán al agua de Fornells para empezar una aventura no demasiado apta para domingueros.
"El agua suele ser una balsa, está muy cerrado y apenas hay olas", nos comenta Xavi, un triatleta con experiencia en la prueba desde que pertenecía a la marca Extreme Man. Desde hace un par de años uno de los triatlones más bonitos de España para los expertos va por libre y propone dos circuitos, uno de media distancia para los más valientes y otro llamado 'Short' que se asemeja bastante a las distancias olímpicas.
La natación en la versión más larga constará de 1.900 metros formando un triángulo con vuelta al inicio donde se encarará la T1. En el Short serán 1.000 metros y saldrán un poco más tarde para no mezclarse en el agua y poder cambiar las boyas y las distancias. El tramo acuático estará controlado por la organización por diversas piraguas y botes de salvamento.
Ya con el sol más arriba los triatletas deberán cambiar las gafas de natación por las de sol para enfrentar un sector ciclista que no deja a nadie indiferente. Lleno de toboganes y muy rápido, como lo definen muchos participantes, los 500 inscritos se adentrarán en el interior de la isla para dar tres vueltas en casi 90 kilómetros que acumulan más de 1.000 metros de desnivel. Un pequeño tramo de enlace dará paso a la T2 donde esperarán las zapatillas de correr.
Una vez quitado el casco y con pocos geles y barritas ya en la riñonera, los triatletas afrontarán la joya de la corona de esta prueba, el tramo a pie. Será una media maratón que consta de dos vueltas y media y que cuenta con dos ascensos a la mítica torre de Fornells. Este monumento defensivo de principios del siglo XIX y declarado patrimonio histórico nacional será testigo de excepción de los compases decisivos del triatlón que cierra el verano en el Mediterráneo.
Todo esto ocurrirá el próximo 18 de septiembre, como para perdérselo.