Clavell, el diputado del PP procesado por cuatro delitos vinculados con corrupción

Madrid

El diputado del PP por Castellón Óscar Clavell, está siendo investigado por autorizar, cuando era alcalde de Vall d'Uxió, el pago de 700.000 euros en facturas pese a la oposición de los funcionarios. Su nombre ha salido en la mesa de conversación entre el Partido Popular y Ciudadanos con motivo del pacto anticorrupción, que señala que ningún cargo imputado puede formar parte del Gobierno o tener escaño en el Parlamento.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Nules procesó el pasado día 10 de Febrero de este año, al ex alcalde de La Vall d'Uixó y diputado por Castellón en el Congreso por los supuestos delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude y exacciones ilegales.

Según el Tribunal Superior de Justicia valenciano, la jueza de Nules apreció indicios de delito en el comportamiento de Clavell. El pago de casi 707.000 euros en facturas de la empresa contratada para la limpieza viaria y transporte de residuos urbanos cuando ejercía de alcalde en funciones. Una autorización que realizo, según la juez, "pese a que la responsable técnico de la ejecución del servicio" le advirtió de que éste "no se estaba ejecutando correctamente".

Según el auto de la magistrada, Clavell, "pese a los defectos de las facturas y pese a la oposición de los funcionarios correspondientes, validó personalmente su aptitud para el cobro, lo que permitió el abono de las mismas".

Sin embargo, el procesamiento fue recurrido en primavera a la vista de que Clavell era diputado. En junio, el PP volvió a presentarlo en su lista al Congreso por Castellón y revalidó su escaño, con lo que su situación procesal está paralizada aunque se mantienen la imputación.

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Clavell acusado de los nichos vacíos con nombres falsos en el cementerio municipal

Por otro lado, el PSPV acusa a Clavell de presuntas irregularidades en los nichos del cementerio municipal de Vall d'Uxió. El partido socialista denunció en abril que el cementerio contenía nichos vacíos con nombres falsos -de personas que no figuran en el censo-. El propósito sería, al parecer, contentar a los votantes con plazas bien ubicadas en el cementerio.