Maquillaje para el agua
Un equipo de la SER visita uno de los focos de la polémica que rodea a Río de Janeiro por la terrible suciedad de las aguas
El estado de las aguas es una de las grandes polémicas que rodean Río de Janeiro / Cadena SER
Marina da Gloria
Un equipo de la SER visitó este jueves la bahía de Guanabara, en el centro del foco por el lamentable estado de las aguas, afectadas por un altísimo grado de contaminación. En primera persona puede comprobarse que la organización está haciendo ímprobos esfuerzos por "maquillar" la superficie sobre la cual navegarán desde el lunes los mejores regatistas del mundo. Aunque el problema tiene difícil arreglo, los responsables de estos Juegos se afanan por dar la mejor imagen posible y centran su trabajo en un reducido perímetro que quiere que se vea "muy azul". Así lo explica Diego Quintana, jefe de la preparación física del conjunto español de vela.
"Nosotros seguimos entrenando, aislándonos del estado del agua; vamos a lo nuestro, que es competir de la mejor manera posible", subrayó.
Cadena SER
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"Están intentando maquillar el estado del agua pero es imposible porque sale de todo a flote: desde plásticos a cualquier otro tipo de residuos. Para las embarcaciones, las dificultades van a ser importantes", avisa.
Según Quintana, hay todo tipo de amenazas. "Para el rendimiento, porque en el trazado que haga cualquier embarcación puede encontrarse con cualquier obstáculo inesperado, de cualquier tipo, desde un plástico a un tronco... y para la salud, de ahí que hayamos activado un protocolo para evitar infecciones. Nuestro objetivo número uno cuando hay una herida es evitar cualquier contacto con esa agua tan contaminada", explica.
El recorrido a través de la Marina da Gloria resulta clarificador. El propósito de los gobernantes locales no es atajar el problema de raíz ni tampoco cumplir con su palabra -dijeron que las aguas estarían limpias para el comienzo de los Juegos- sino simplemente llevar a término una operación de chapa y pintura que permita aparentar que está todo bien. Y no es así. Hace unos meses surgió la opción de llevar la vela a Buzios (a 150 kilómetros de Río), pero la sugerencia quedó en agua de borrajas. Nunca mejor dicho.
