El tirador de Múnich había visitado el escenario de otra matanza escolar
El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, confirmó la obsesión del joven germano-iraní con este tipo de matanzas sangrientas y estaba desde del verano pasado "ocupado" preparando el ataque que este viernes costó la vida a nueve personas
El joven de 18 años que el viernes mató a nueve personas en Múnich había recopilado documentación sobre otras matanzas / Johannes Simon (Getty Images)
Berlín
El joven de 18 años que el viernes mató a nueve personas en Múnich había recopilado documentación sobre otras matanzas e incluso había llegado a visitar la localidad de Winnenden (suroeste de Alemania), donde un chico de 17 años asesinó en 2009 a 15 personas de su antiguo colegio.
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El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, confirmó en declaraciones a la emisora regional BR la obsesión del joven germano-iraní "desde hace mucho tiempo" con este tipo de matanzas sangrientas, como la protagonizada también por el noruego Anders Behring Breivik. Las autoridades alemanas han confirmado también que el joven estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión y tenía medicamentos en casa, aunque no se sabe si los estaba tomando.
Acto premeditado
Herrmann ha comentado la visita del jóven a Winnenden, donde en 2009 el joven Tim Kretschmer irrumpió armado en su antiguo colegio para empezar una matanza que le costó la vida a 15 personas.
Al igual que el atacante de Múnich, Kretschmer acabó suicidándose acorralado por la policía. De hecho, se suicidaba tras una huida de 40 kilómetros, vestido con un uniforme paramilitar y armado con la pistola Beretta con la que había asesinado a sangre fría a nueve estudiantes y seis profesores.
El autor del tiroteo se había bajado también de Internet textos de Breivik, el ultraderechista noruego que hace justo cinco años cometió un doble atentado en Oslo y en la vecina isla de Utøya donde dejó 77 muertos.
EFE
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Aunque estos documentos atestiguan su fijación por este tipo de matanzas, según los investigadores, no desvelan la motivación del tirador.
