Una conservadora amante del críquet y de los libros de cocina
Theresa May es la segunda mujer en la historia que se convierte en primera ministra británica. En la memoria está Margaret Thatcher, aunque May asegura que no tiene ningún modelo político y está dispuesta a seguir su propio camino
Madrid
Su misión será llevar a cabo el brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Es euroescéptica a pesar de que apoyó la permanencia durante la campaña. Asegura que no activará antes de final de año el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que hace efectiva la marcha del país de la Europa de los 28.
May es conocida por su mano dura frente al ministerio de Interior que ha ocupado en los últimos seis años. Defiende el control de las fronteras y las restricciones a la inmigración. Trató sin éxito reducir el número de inmigrantes en el Reino Unido. Lleva 30 años dedicada a la política y antes trabajó en el Banco de Inglaterra. May apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque en 2002 votó en contra de concederles el derecho de adopción.
Sobre su faceta más personal, Theresa May es una mujer casada, sin hijos y de 59 años. Nació en Eastbourne, al sur de Inglaterra y se graduó en Geografía en la Universidad de Oxford. Ella misma cuenta que ha crecido siendo la hija de un vicario local y la nieta de un sargento Mayor del Regimiento. "El servicio público es parte de lo que soy desde que tengo memoria", asegura May.
Tiene fama de ser fría y de no hacer ninguna concesión a la galería. Sus críticos destacan su falta de carisma, pero todos coinciden en que se vuelca en el trabajo y es respetada por sus colaboradores. Los diputados "tories" la definen como "una mujer extremadamente difícil". Como buena británica, May adora el críquet. Otra de sus aficiones es la gastronomía. Presume de tener más de 100 libros de cocina en su casa.
Maika Ávila
Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...