El turismo español continúa viento en popa. En el segundo trimestre del año, la actividad turística se ha disparado y ha generado 88.124 empleos en los sectores turísticos, un 5.7% más que en el mismo periodo de 2015, según Exceltur. De hecho, uno de cada cinco empleos que se generan en nuestro país, está destinado a cubrir un puesto turístico. La costa es la parte territorial que más beneficio registra. Baleares, Canarias, Murcia y Andalucía son los destinos preferidos por los turistas extranjeros. Cabe destacar los buenos resultados que registra el País Vasco y la consolidación de Madrid. Hay que tener en cuenta que estas cifras están marcadas por los turistas extranjeros que, en vez de viajar a países golpeados por el terrorismo donde el turismo extranjero ha caído en 4.6 millones de viajeros -como Turquía, Egipo o Túnez- se dirigen a España. Es decir, cerca de un 37% de esa cifra han elegido como alternativa nuestro país. Según las previsiones de Exceltur, estamos ante un verano histórico que registrará a finales de año la visita de más de 74 millones de turistas y se espera, también, que el crecimiento del PIB turístico se eleve hasta el 4.4%. Los británicos encabezan el crecimiento de la demanda. Respecto al Brexit, el estudio no ha notado ninguna alteración aunque, para finales de año, se espera que afecte una décima al porcentaje estimado. Además, el 53.8% de empresarios turísticos prevé mejorar sus resultados en el tercer trimestre de 2016. Los hoteles de costa, junto a las actividades relacionadas con el ocio, registran un gran balance seguido de hoteles urbanos, empresas de alquiler de coche y agencias de viajes. Sin duda, estos datos son muy satisfactorios pero también tienen una parte negativa. Desde Exceltur alertan sobre la «turismofobia». Por ello, hacen un llamamiento urgente a la formación de un gobierno definitivo que consolide el proceso de recuperación para alcanzar una competitividad turística más sostenible. Es necesario un mayor compromiso del gobierno central para asegurar un marco normativo adaptado a la realidad turística que procure una mayor equidad competitiva de todos los factores. Todo ello con el fin de estar preparados a nuevos retos y disponer de suficientes recursos que prevengan el desborde turístico.