A la tercera fue la vencida, la entrada de Reino Unido en la CEE

Reino Unido intentó sin éxito entrar en la Comunidad Económica Europea en 1963 con el conservador Harold Macmillan y en 1967, con el laborista Harold Wilson. Pero el veto de Francia lo impidió en ambas ocasiones. El presidente galo, Charles De Gaulle, se oponía frontalmente y llegó a decir que el Reino Unido era "incompatible" con Europa.

Fue el primer ministro Edward Heath, europeísta convencido, el que lo logró: el 1 de enero de 1973 Reino Unido ingresaba en la Comunidad Económica Europea, junto con Dinamarca e Irlanda. Dos años después, en junio de 1975, se celebró un referéndum para conocer la opinión de los británicos. "Estoy encantado"- dijo Heath- ante los micrófonos de la BBC cuando se conoció el resultado de la consulta: el "sí" había ganado con un 67% de los votos. 25 años de esfuerzo daban sus frutos.

En 1979, Margaret Thatcher llegó al poder tras apoyar que Reino Unido participase en la Comunidad Económica Europea. Tan solo seis meses después de estrenarse en el cargo, ya tuvo el primer encontronazo con el proyecto europeo. La Dama de Hierro pedía una rebaja en la contribución de su país al presupuesto europeo porque consideraba que su reducido sector agrícola no se beneficiaba de la Política Agrícola Común. Cuatro años más tarde consiguió lo que quería pero siguió dando la batalla en Bruselas con otras cuestiones y mientras su gobierno se dividía.

Finalmente esa fractura en el ejecutivo acabó precipitando la salida de Thatcher del poder. La semilla del euroescepticismo ya estaba plantada en Reino Unido y desde entonces no ha parado de crecer. Muchos se preguntan qué habría votado este jueves Margaret Thatcher. Ya no lo sabremos. Lo que sí sabemos es que 17.410.742 británicos, escoceses, galeses e irlandeses prefieren abandonar la Unión Europea.