Sánchez apela a quienes "sienten los colores" para frenar el sorpasso
Un coro de voces socialistas reivindica el proyecto socialista frente a quienes quieren "echar por tierra sus logros" o "dar lecciones"

Sánchez en un acto electoral este domingo en Zaragoza. / ATLAS
Zaragoza
La apelación emocional a quienes sienten los colores del PSOE, ése es el recurso que está explotando Pedro Sánchez en la recta final de una campaña en la que todas las encuestas pronostican que el partido que ha liderado la izquierda en democracia va a pasar a tener una posición subalterna tras las elecciones del domingo. El líder del PSOE lleva haciendo toda la campaña una llamada a la movilización de los "viejos socialistas", pero ha sido este domingo en Zaragoza cuando con más claridad ha pedido a los fieles más fieles que no dejen caer al partido: "En estos últimos días no miréis a ningún lado, mirad de frente, sentid los colores", ha proclamado Sánchez.
El acto en Zaragoza, en único de la campaña en Aragón, es uno de los que con más mimo ha preparado el Comité Electoral. Se trataba de reunir a todos los miembros de lo que Sánchez llama el Gobierno del cambio, todos ellos expertos en distintas materias que serían los ministros en caso de llegar a la Moncloa. Han ido tomando la palabra uno a uno, cada uno explicando las razones por las que están con él, y el proyecto alternativo al PP que presentan en materia de cambio climático, sanidad o educación. Cambiar al gobierno de Mariano Rajoy es el objetivo político en el que han confluido todas las intervenciones, pero en muchas de ellas ha habido un hilo conductor que delata la intención electoral del acto: desacreditar a Unidos Podemos como una alternativa real y reivindicar al PSOE como la socialdemocracia que ha cambiado España y que puede volver a hacerlo.
Ése ha sido el sentido de las palabras de muchos de los elegidos por Sánchez para visualizar un proyecto creíble y solvente. Especialmente aplaudidas han sido las de Luc André Diouf, activista en defensa de los derechos de los inmigrantes, que ha sentenciado que "no van a permitir" que esos que gracias al PSOE "han podido estudiar dos carreras" echen por tierra sus logros. Ha retomado el argumento el ex ministro Jordi Sevilla que, tras acusar al PP de empeorar la economía por sus recetas contra la crisis, ha recomendado "volver al socialismo" frente a los partidos nacidos en platós. Y en la misma línea ha intervenido la exmagistrada del Tribunal Supremo Margarita Robles al hablar sobre la lucha contra la corrupción ("No vamos a permitir que nos den lecciones") y sobre todo del presidente del Congreso, Patxi López, el más enérgico de todos contra Unidos Podemos y Pablo Iglesias.
Con el auditorio en pie, López ha bramado contra "las encuestas y la pinza" y ha reivindicado al expresidente Rodríguez Zapatero para calentar a los suyos a cuenta de los elogios del candidato morado: "Si alguien pretende robarnos nuestra historia, si alguien pretender adueñarse del sacrificio de millones de socialistas, no lo vamos a permitir", ha amenazado el ex lehendakari. "Tenemos valores, tenemos principios", ha proclamado en medio de la excitación socialista.
El tono exaltado de López y las palabras de Sánchez buscan el mismo objetivo: que los suyos no se queden en casa y que vayan a votar al rescate de sus siglas y del legado socialista. Por eso el candidato ha tejido un discurso en el que enlaza el cambio que impulsó el PSOE cuando estuvo en el Gobierno con el que impulsará si lograr volver a la Moncloa. "Nuestro equipo, el equipo del cambio, es el que trajo la educación pública y es el que traerá el Ingreso Mínimo Vital para luchar contra la pobreza".