Gran Premio de Mónaco, donde el glamour eclipsa al deporte

Madrid

Quince horas después de que acabe la gran final de la Champions en Milán, 300 kilómetros al suroeste, en Montecarlo, se va a celebrar la carrera con más glamour, historia y prestigio de la Fórmula Uno.

El Gran Premio de Mónaco está reconocido mundialmente como uno de los símbolos del automovilismo y tal es su poder seductor que es la única carrera del campeonato que no paga el altísimo canon millonario que todas las sedes se ven obligadas a abonar al poderoso Bernie Ecclestone.

Durante este fin de semana, los precios se disparan aún más de lo habitual en el, ya de por sí, carísimo principado. Una buena habitación de un hotel con vistas a la pista puede superar los cinco mil euros la noche y el coste de amarre de un barco al puerto se eleva hasta los nueve mil euros. Famosos del cine, la música o el arte se dan cita cada año junto a la alfombra roja más lujosa de la Fórmula Uno.

Esa es la cara lúdica de una carrera en la que los errores de los pilotos se penalizan más que en ningún otro circuito y donde las manos del piloto cuentan más que en el resto de trazados del mundial.

Ójala, los madridistas Sainz y Alonso puedan ser protagonistas ante el evento más fascinante del año sobre cuatro ruedas.