La incertidumbre política en Brasil preocupa de cara a los Juegos de Río
El COI mira escéptico a un país con problemas políticos y económicos
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Ceremonia de encendido de la antorcha olímpica de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro el pasado 27 de Abril en Atenas. / ORESTIS PANAGIOTOU (EFE)
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Madrid
La incertidumbre política es el principal problema de los Juegos Olímpicos en Brasil, por lo menos para los miembros del Comité Olímpico Internacional.
La eventual destitución de la presienta Rousseff les provoca un sudor frío, porque no habrá cadena de mando a la que recurrir en caso de emergencia.
Por lo menos el nudo de los Juegos está protegido y las instalaciones estarán listas para albergar la competición, nos ha dicho Juan Antonio Samaranch Salisachs. Pero las obras complementarias de infraestructuras y accesos andan con mucho retraso y habrá que correr y mucho.
En medio de la recesión económica, de la depreciación de la moneda, del cierre de escuelas y hospitales y en medio de la desconfianza política los organizadores confían en el calor y el apoyo de los brasileños para redondear con éxito la cita olímpica.
Que Río siga el ejemplo de Barcelona 92, para dar un paso al frente y ver en los Juegos un salto adelante en autoconfianza y del orgullo de sacar ahora adelante un compromiso adquirido en 2009 cuando Brasil era un país emergente.