Siete adultos y un menor de la misma familia mueren en un tiroteo en EEUU
Las autoridades han interrogados a más de 30 personas, pero el autor o autores de la masacre están en paradero desconocido y posiblemente armados
Washington
Siete adultos y un menor han muerto en cuatro casas del condado de Pike (Ohio, EEUU) y todas las víctimas pertenecen a la familia Rhoden y murieron de un tiro en la cabeza, algunos mientras dormían, según explicó en rueda de prensa el fiscal general de estado, Mike DeWine.
Ninguno de los muertos se suicidó y no se ha arrestado a ninguna persona, por lo que las autoridades consideran que el autor o autores del tiroteo huyeron posiblemente armados y representan un peligro para la comunidad y, sobre todo, para el resto de miembros de la familia.
Los únicos supervivientes del tiroteo fueron tres niños de 4 días, seis meses y tres años respectivamente, informó el sheriff del condado, Charles Reader.
Agentes de distintos cuerpos de seguridad trabajan desde primera hora de la mañana primero en tres escenarios y después en un cuarto, todos situados en un rango de 48 kilómetros (30 millas). "Algunas de las muertes ocurrieron durante la noche porque algunas víctimas estaban en la cama. A una madre la mataron con su hijo al lado", relató, visiblemente horrorizado, el fiscal general.
Aunque las primeras informaciones apuntaban a que habían muerto niños en el suceso, el sheriff aclaró que solo una de las víctimas es menor y tiene 16 años.
Las autoridades desconocen cuál habría sido el móvil de esta masacre y, por el momento, no disponen de más información sobre el suceso. "Las informaciones que estamos recibiendo de Peebles son trágicas más allá de lo comprensible. Seguiremos de cerca este suceso y el estado trabajará con las fuerzas de seguridad locales en lo que sea posible", escribió en Twitter el gobernador de Ohio y aspirante republicano a la Presidencia, John Kasich.
Interrogatorios a más de 30 personas
Las autoridades de Ohio (EEUU) informaron de que están interrogando a más de 30 personas en relación a la masacre. Sin embargo, DeWine ha asegurado que todavía no se puede hablar de ningún sospechoso o de una “persona de interés”.
El fiscal ha asegurado que no hay indicios para pensar que existe una amenaza contra el condado de Pike, donde sucedieron los hechos, aunque sí una "amenaza específica" para el resto de miembros de la familia Rhoden, de la que formaban parte los asesinados.
Por su parte, el sheriff del condado, Charles Reader, ha explicado que el Buró Federal de Investigación (FBI) está "en espera" para participar en el caso, pero aún no se ha implicado en la investigación.