Manos limpias, pseudo sindicato justiciero
Su lema es "allí donde exista un delito, debe haber alguien capaz de denunciarlo"
Sede del sindicato Manos Límpias en Madrid. / Ángel Díaz (EFE)
Sin representación en ningún centro de trabajo, en su web Manos Limpias se define como "un sindicato de ámbito nacional, independiente, no hipotecado por nada ni por nadie y que tiene como objetivo, la defensa de los intereses legítimos y legales de sus afiliados" y añade que tratan de "hacer cumplir los valores superiores de la Constitución: libertad, igualdad, justicia y pluralismo político".
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Fue fundado el 10 de mayo de 1995 por el abogado Miguel Bernad Remón, exsecretario general del partido de ultra derecha Frente Nacional y desde entonces, ha presentado una media de 80 querellas al año. En su historial encontramos demandas contra jueces, instituciones, directivos o políticos. No hay causa con repercusión mediática en la que no se haya personado: crímenes del Franquismo, EREs de Andalucía, caso Nóos, caso Bárcenas, en la tragedia del Madrid Arena, caso Bankia y también el movimiento del 15-M han sido objeto de sus denuncias. Incluso ha interpuesto una demanda por "alardes de homosexualidad" contra Los Lunnis, por mostrar una boda gay.
Menos recientes son sus querellas contra Nunca Mais, tras la catástrofe del Prestige en 2002, también contra el plan Ibarretxe en 2004 o contra el presidente del Gobierno en 2006, José Luis Rodríguez Zapatero, tras la reunión que mantuvieron Patxi López, secretario entonces de los socialistas vascos, y el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi. En 2008, logró la condena al expresidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, y a otros dos miembros de la Mesa de la Cámara, por no disolver Sozialista Abertzaleak, el grupo formado por los electos de Batasuna tras su ilegalización.
En la actualidad, Manos Limpias mantiene en solitario la acusación contra Cristina de Borbón en el caso Nóos, sin ella la infanta quedaría fuera del proceso.
En 2007 este autodenominado sindicato fue investigado por orden del Tribunal Supremo por lo delitos de acusación y denuncias falsas. También fue investigado por la Audiencia Nacional por extorsión y fraude procesal, acusación que su líder, Miguel Bernad, calificó de "montaje de las cloacas del Estado".
Tachado de pseudosindicato, Manos Limpias asegura que tiene cerca de 6.000 afiliados y se defiende de los que lo califican de ultraderechista asegurando que siempre "ha defendido la democracia y la Constitución".
