Topar con la Iglesia para hacer un reality
El director de 'Quiero ser monja' explica cómo se ha grabado el nuevo reality de Cuatro con chicas que buscaban inspiración divina
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Imagen del primer programa de 'Quiero ser monja' / MEDIASET
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El mundo de los reality shows nunca dejará de sorprender. Cuatro estrena este próximo domingo 'Quiero ser monja', un nuevo programa en el que -según explica la nota de prensa- se muestra "la experiencia vital de cinco chicas que han sentido la llamada para dedicarse a la vida religiosa y desean comprobar si están preparadas para vivir plenamente su vocación o, por el contrario, creen que deben seguir viviendo su fe como seglares". Reality de servicio público.
Cinco jóvenes que jóvenes se integrarán durante seis semanas en el día a día de tres comunidades religiosas católicas (las Hijas de Santa María de Leuca, las Monjas Justinianas Canónigas Regulares y las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada) con las que vivirán momentos de recogimiento, oración y trabajo.
No es ninguna broma. Habrá quien pueda pensar que este nuevo programa de Cuatro -producido por Warner Bros ITVP España- ha tirado de actrices para dar vida a esas vocacionales chicas. José Rueda es el director del programa y responde así a los más escépticos: "Yo siempre digo lo mismo: si hubiera tantos buenos actores por la calle estarían en las series y en las pelis. Creo que la gente va a conocer a chicas que son normales, que son vulnerables, que tienen dudas como todo el mundo, que se ríen, que lloran... de una manera muy natural. Ellas tienen una trasparencia alucinante. Quien quiera dudar y pensar que todo es un montaje, lo va a pensar. El que quiere ser crítico con la televisión, lo es. El que lo vea sin prejuicios y sin complejos, como el que ve un documental, creo que va a entender la verdad que tiene cada una de estas chicas", apunta.
¿Cómo se ha hecho el casting?
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Las cinco chicas participantes de 'Quiero ser monja' / MEDIASET
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Las cinco chicas participantes de 'Quiero ser monja' / MEDIASET
Hacer un casting para un programa de televisión es siempre una de las tareas más complicadas porque es parte fundamental del éxito o el fracaso de este producto. Lo que no es difícil es encontrar gente dispuesta salir en televisión, ya sea para un talent show de cocina, de baile, de canto , para entrar en 'Gran Hermano' o aspirar a ser tronistas. Miles y miles de personas se presentan a las pruebas de selección de estos programas.
Pero... ¿cómo se hace un reality en el que sus protagonistas están pensando en convertirse en monjas? "En otros programas hay unas pautas, más o menos como un ABC que se sigue y funciona; pero en este caso nos enfrentábamos a una cosa completamente desconocida y ha habido que inventarse una manera de hacer el casting y de buscar a las candidatas. Hemos reinventado la manera de hacer el casting", explica José Rueda sobre el casting de 'Quiero ser monja'. "Tuvimos que acudir a encuentros religiosos, a foros de internet donde hay gente que comparte ese tipo de inquietudes; nos apoyamos en la asesora religiosa, Noemí, que hemos tenido durante todo el programa y que tiene contacto con distintas congregaciones, gracias a ella contactamos con muchas parroquias cuyos párrocos nos recomendaban chicas que podrían estar encajar con lo que buscábamos".
Lo más complicado es que tampoco les valía cualquier chica. Para empezar, no solo buscaban aquellas que tuvieran la vocación de ser monja, sino que querían a las que nunca antes habían tenido contacto con una congregación religiosa. Las querían vírgenes en este sentido porque eso es lo que va a mostrar el programa.
Tras esa preselección, y ya siguiendo parámetros de casting más normales (conocer su historia personal, ver qué tal se expresan, cómo se desenvuelven a cámara…), por fin se eligió a Juleysi, Paloma, Janet, Jaqui y María Fernanda: las cinco protagonistas de este nuevo formato que sustituye en parrilla a 'Los Gipsy Kings'.
¿Qué opina la Iglesia? ¿Ha puesto trabas?
José Rueda y todo su equipo, como Sancho y Don Quijote, han topado con la Iglesia una y otra vez para la grabación de este reality, pues han tenido que meterse dentro de monasterios de clausura y misiones religiosas en el otro extremo del mundo. "Evidentemente, ha sido delicado y súper complicado. Desde mi experiencia profesional, creo que ha sido el programa más difícil que he grabado; pero porque había que ser muy delicado, no porque hayamos tenido a ninguna persona de la Iglesia persiguiéndonos. La cadena, desde el principio, marcó que teníamos que ser muy cuidadosos. Había que serlo porque hemos hecho cosas como estar una semana y pico grabando en un convento de clausura", apunta Rueda que quiere dejar claro: "Nos han dejado grabar lo que sea, sin cortapisas, siempre y cuando fuéramos respetuosos". También afirma que la Iglesia no les ha cobrado nada por ceder sus instalaciones.
Preguntado sobre cómo cree que se verá este reality en las altas esferas de la Iglesia Católica española, Rueda responde a la SER: "No puedo poner la mano en el fuego, puede ser que haya alguna cosita que no les encante, pero creo que les va a gustar bastante. Las personas que están en contacto con las entidades religiosas y han tenido acceso a ver imágenes del programa han quedado contentas y tranquilas. A nuestra asesora religiosa le parece que este programa da una imagen justa de la Iglesia: no es propaganda, pero tampoco hay ataques. Es un acercamiento objetivo"
El director explica que a las congregaciones donde iban a grabar se les pasaba con anterioridad un plan de qué era lo que se tenía pensado filmar. "Luego, durante la grabación, repasábamos con la madre superiora o la hermana encargada lo que íbamos a hacer al día siguiente para tener su aprobación".
Otra manera de salir del armario
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Comedor del comento en 'Quiero ser monja' / MEDIASET
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Comedor del comento en 'Quiero ser monja' / MEDIASET
Charlando del programa con su director sorprende dos cosas que él ha comprobado de las cinco chicas protagonistas. La primera: que no se trate de participantes con especial interés en convertirse en famosas, algo totalmente raro en el mundo de los realities: "Yo he tenido experiencias con gente que se presta a salir en la tele porque, además de todo lo que le pueda ofrecer el reality en sí, le apetece salir en la tele, pero en el caso de 'Quiero ser monja' no ha sido así; aquí lo que les valía a ellas era la experiencia: pasar seis semanas con cinco comunidades religiosas diferentes, viajar a una misión, ir a un convento de clausura…", comenta Rueda: "El rollo este de salir en la tele, a ninguna de ellas le hace particular ilusión. De hecho, hay alguna que tiene especialmente poco interés. No hubo ninguna que aceptara inmediatamente, lo consultaron con sus asesores espirituales o sus párrocos de confianza".
La segundo que sorprende es que, lejos de recelar de un programa de estas características, para las chicas suponga casi una liberación personal. Según comenta José Rueda supone una especie de salida del armario para ellas. No porque aquí la expresión tenga la connotación de orientación sexual que todo el mundo conoce, sino porque estas chicas se han llegado a sentir socialmente excluidas por su deseo de encaminar su vida hacia el mundo religioso: "Para ellas este programa es un elemento de normalización, de acercar a la gente lo que es la vocación religiosa, de explicarle a la gente que hay muchos jóvenes con estas inquietudes; y, aunque en España esto debería de estar más normalizado por la tradición religiosa que tenemos, parece que no, que cuesta. En círculos sociales, colegios, familias… sigue siendo espinoso que una chica diga que tiene una vocación religiosa".
Seis programas componen la primera temporada de 'Quiero ser monja', un programa que, a buen seguro, regala más de un momento inenarrable para todos los espectadores amantes de este género televisivo.