Ganar al Real Madrid, el mejor homenaje del Barcelona a Johan Cruyff
El holandés, que falleció la pasada semana, es el embrión del Barça actual y su “cambio de ritmo” revolucionó la historia del Barça
Homenaje a Cruyff en el Camp Nou / GETTY
Barcelona
Ha venido a decir Iniesta, con razón, que el Barça quiere ganar el Clásico para dedicárselo a Cruyff. A mí también me parece que es el mejor homenaje que se le puede hacer. Nos dijo un veterano aficionado, -uno de los más 60.000 que acudieron al espacio de condolencias en el Camp Nou para darle su último adiós- que los barcelonistas debemos estarle agradecidos porque nos enseñó a “creer y a confiar en nosotros mismos, porque transformó al Barça en un equipo ganador, a dejar atrás el complejo perdedor”.
Más información
Por eso en las gradas lucirá la leyenda “gracias, Johan” en un mosaico con más de 90.000 cartulinas.
Cruyff es el embrión del Barça actual y su “cambio de ritmo” revolucionó la historia del Barça para convertirlo en un club hegemónico que se ordena a través del balón, del pase y del fútbol de ataque, la esencia del Barça actual en las figuras de Messi, Iniesta, Busquets y compañía.
No tiene opciones el Madrid si el Barça activa su esencia y de ahí que Valdano advierta que las opciones del Madrid pasan por hacerse con el balón. Hacerse con el balón fue la revolución, el cambio de ritmo que Cruyff impuso en el Barça: “si tú la tienes, el contrario no la tiene y le será difícil ganar” dijo el maestro.
Cruyff cambió la historia
Cruyff representa la idea sobre la que descansa el Barça actual en contraposición al fútbol errático del Real Madrid. Es la idea y el estilo que ha hecho singular al Barça, el ‘pedigree’ que le distingue y que atrae y retiene a los cracks en el Barça a pesar de la tentadora amenaza de los petrodólares y de los magnates rusos.
Desde los años 60 y hasta finales de los 80 el Barça derivó en un cruce de estilos que podía alternar los de Venables y Menotti de un día para otro… hasta que Cruyff impuso un estilo que conectaba con el Barça también victorioso de los “húngaros”, con Daucik y Kubala a la cabeza.
Cruyff impuso el cambio de ritmo que ya es lo que, como jugador le hizo destacar en el Camp Nou, esa especie de “cohete en el culo”, el “turbo” que activaba el crack holandés para sacar tres o cuatro metros al contrario y dejarle atrás, especialmente en la temporada en que ya encadenó victorias hasta el histórico 0-5 en el Bernabéu, con brillante gol de Cruyff y consecución posterior del título 14 años después!!!
No ganaba la Liga el Barça desde la salida al Inter de Luis Suárez, hoy fichaje estelar del ‘Carrusel Deportivo’, en la SER, por cierto.
Las genialidades de Cruyff, en su etapa como entrenador, no se prodigaron frente al Madrid. En el clásico siempre Cruyff optó por preservar la defensa y no tiró de inventos en general -digo en general porque Guardiola sí tiene que recordar que le ordenó un marcaje individual a Butragueño-. Pero sí supo ganar cuando era necesario para conquistar el título, como el 0-1 con gol de Amor en 1994.
Las genialidades que mayor destrozo produjeron en un Clásico fueron las de su discípulo más avanzado: Pep Guardiola. También en el Bernabéu, donde Guardiola sorprendió al rival con el famoso cambio de posición de Messi que propició otro histórico 2-6 en el coliseo blanco.
