Las becas de Soledad Cazorla para los menores "olvidados" de la violencia
Su familia y la Fundación Mujeres presentan las ayudas para los huérfanos de las asesinadas
Madrid
Educación, prevención, justicia y reparación condensan el espíritu del Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto, destinado a los huérfanos de las mujeres víctimas de la violencia machista, que han sido los "grandes olvidados" hasta ahora de estos crímenes.
Soledad Cazorla hubiese cumplido hoy 61 años. Su familia y la Fundacion Mujeres han decidido regalarle este proyecto porque su gran preocupacion antes de morir eran los hijos de las mujeres asesinadas, más de 200 en los últimos tres años.
Estas ayudas, presentadas hoy en la Fiscalía General del Estado, surgen por iniciativa de la familia de Soledad Cazorla, fallecida hace casi un año, con el compromiso de la Fundación Mujeres para la protección y el apoyo de los hijos de las víctimas y como homenaje a la que fuera fiscala de sala contra la violencia machista.
Las becas intentan "reparar, al menos en parte", el daño sufrido por los niños mediante ayudas económicas para estudios universitarios o refuerzos educativos y psicológicos en la edad escolar y se gestionarán en la web www.fundacionmujeres.es/becassoledadcazorla/
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La familia de Cazorla aportará 125.000 euros en cinco años y Telefónica también se ha comprometido a mantener una donación constante durante ese período. Este primer año se prevé que se concedan las primeras ocho o diez becas, según los requisitos que cumplan los solicitantes.
La presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, ha enfatizado que este proyecto no puede avanzar solo, sino que necesita la implicación de todos, de la sociedad y de las instituciones, como la Fiscalía General y la Delegación del Gobierno contra la violencia de género. Ha destacado que Cazorla fue clave en la legislación contra la violencia machista, ya que empezó haciéndonos muchas preguntas y terminó dándonos muchas respuestas judiciales para erradicarla. "Era nuestra fiscal".
Joaquín Tagar, marido de Cazorla, ha evocado emocionado cómo se preocupaba por los huérfanos y su soledad, los que sufrían sin saber el porqué, cómo instaba siempre a denunciar. Su lema era "educación, educación, educación" en esta "carrera de fondo hacia la igualdad". Ha destacado que la educación debe servir para "romper la cadena" si se dice que los hijos de padres violentos serán maltratadores. Según Tagar, estas becas no eliminan ni sustituyen a las ayudas instituciones y ha subrayado que los huérfanos son considerados también víctimas solo desde el año pasado.
La fiscala general del Estado, Consuelo Madrigal, ha elogiado la persona y el trabajo de Cazorla para la erradicación total de la violencia machista. Considera que estas becas no son de excelencia académica en sí, sino de justicia, de "excelencia social". Y recuerda el sentido etimológico de la palabra "beca" como "nexo", de tal forma que servirán para recuperar los vínculos de los huérfanos con la sociedad, pues muchas veces pueden quedar rotos por una madre muerta y un padre en prisión.