El PP se niega a contestar al juez
El representante legal del partido Alberto Durán se ha negado a contestar a la juez que investiga el borrado de ordenadores de Luis Bárcenas
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Los ordenadores de Luis Bárcenas estaban en la sede del PP, en la calle Génova de Madrid / EFE
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Madrid
Hoy el PP ha vivido judicialmente una dualidad: la de prestar declaración en calidad de investigado que ha sido el caso de Alberto Durán, asesor jurídico del partido y la de prestar declaración como representante legal de un partido investigado. Ahí es nada: en la causa por partida doble.
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Vamos primero con el interrogatorio a Alberto Durán, el investigado por los supuestos delitos de daños informáticos y encubrimiento. Ha reconocido que el dio la orden para que se inutilizaran los discos duros de los ordenadores de Bárcenas porque no contenían ningún archivo, estaban ya vacíos.
Paradójico eso de destruir algo que ya no existe. Y también le ha dicho a la juez de instrucción del juzgado número 32 de Plaza de Castilla que fue el quien tomó la decisión de entrar en el despacho de extesorero. Después se lo comunicó a Maria Dolores de Cospedal.
Cuando ha llegado el momento del PP como partido investigado había que buscar en el pasillo a su representante. Y allí que ha salido la secretaria solicitando la presencia, pero no aparecía nadie. El representante estaba dentro: era el propio Alberto Durán.
Se ha negado a contestar a las preguntas de la fiscalía, de las acusaciones y de la propia magistrada. Ha manifestado su derecho constitucional a no declarar. Ni una palabra, pero si un escrito que se ha incorporado a las diligencias.
Un escrito en el que los Populares repiten que han cumplido siempre la legalidad, que los ordenadores estaban completamente vacíos cuando los recibieron, que no se destruyeron o se borraron porque no había nada que eliminar y que apoyan las declaraciones ante el juez de sus investigados en este caso.
Este escrito del PP podía pasar la historia como una declaración judicial en diferido.