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La foto de un perezoso asustado en una carretera en Ecuador recorre el mundo

"El perezoso más famoso del mundo se encuentra feliz en su hábitat. Gracias a todos por preocuparse'. Así informó la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), del feliz desenlace de la historia de un perezoso que tuvo que ser rescatado cuando pretendía cruzar una carretera

El perezoso, abrazado a una señal de tráfico. / HANDOUT (Reuters)

El perezoso, abrazado a una señal de tráfico.

Madrid

"El oso perezoso más famoso del mundo se encuentra feliz en su hábitat. Gracias a todos por preocuparse". Así informó el lunes, vía Facebook, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), del feliz desenlace de la historia de un perezoso que tuvo que ser rescatado el pasado viernes, 22 de enero, cuando pretendía cruzar una carretera en la Región Costa del país.

Las fotos del animal asustado, y agarrado a una valla en mitad de la carretera, han impactado internautas y a medios de comunicación de distintas partes del mundo y a sus lectores, que han vuelto virales las fotografías del oso que fueron tomadas el mismo día en que fue rescatado por una patrulla.

Agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador rescataron un perezoso que pretendía cruzar la carretera.

Agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador rescataron un perezoso que pretendía cruzar la carretera. / Facebook/ Comisión de Tránsito del Ecuador.

Agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador rescataron un perezoso que pretendía cruzar la carretera.

Agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador rescataron un perezoso que pretendía cruzar la carretera. / Facebook/ Comisión de Tránsito del Ecuador.

Rescatado por una patrulla policial

El pasado viernes, 22 de enero, miembros de la Comisión de Tránsito del Ecuador observaron en mitad de la carretera, agarrado a una valla, a un pequeño oso asustado. Los agentes detuvieron el coche patrulla en el que se trasladaban, se acercaron al animal, que les miraba tiernamente y desconcertado, y lo rescataron de la vía. Tras ser atendido en un centro de recuperación, el oso fue devuelto a su hábitat natural.

En las redes sociales la gente alabó el gesto de los agentes si bien muchas personas lamentaron que las carreteras no tengan puentes ni túneles, y dividan los hábitats de estos animales a lo largo de regiones enteras, sin conocer el impacto que esto produce en su vida.

Y es que los perezosos están acostumbrados a la vida en los árboles, donde se alimentan principalmente de hojas, y bajan aproximadamente una vez al mes para completar su proceso digestivo. Pero como son muy lentos, tienen dificultad para caminar en el suelo.

Otros casos

En marzo del año pasado, otro perezoso tuvo que ser rescatado en Ecuador, en este caso, de un camión cargado de troncos a uno de los cuales se había asido con fuerza. El conductor había cargado varios árboles en la provincia de Esmeraldas, y no se dio cuenta de la presencia del perezoso hasta que llegó a Quito.

Inmediatamente llevó al animal al Zoológico de Guayllabamba, ubicado a 29 kilómetros de la capital ecuatoriana, para que lo revisaran. El personal de la clínica del zoo evaluó su estado de salud y decidió pocos días después que estaba preparado para regresar a su hábitat natural, ya que no había sufrido heridas.

La curiosa historia fue dada a conocer por Juan Manuel Carrión, director del zoológico, quien contó lo sucedido a través de su cuenta de Facebook para que la gente se conciencie sobre los problemas que causa la deforestación del hábitat de estos animales.

Para cuidar al perezoso, Carrión tuvo que llamar a un zoológico de El Coca, en la Amazonía ecuatoriana, para que enviaran un cargamento de hojas de secopia en un avión, pues son la única fuente de alimento de esta especie. Este cargamento se mantuvo refrigerado para mantenerlo fresco y que el animal tuviera suficiente comida hasta que pudiera ser liberado.

Dos meses antes, en enero, el Zoológico de Guayllabamba se tuvo que hacer cargo de un perezoso de dos dedos que llegó en muy malas condiciones y que fue curado por el personal de la clínica. Tras una semana de atenciones el animal regresó a su hogar en los bosques subtropicales de la parroquia Nanegalito, en el noroccidente de Quito.

Uno de los mayores riesgos que esta especie enfrenta es la vulnerabilidad a la que se expone cuando trata de cruzar la carretera. Al parecer la fragmentación del bosque los empuja a este tipo de exploraciones peligrosas. Es por ello que el zoológico recuerda a los conductores que conduzcan con cuidado en estas zonas donde es común el cruce de animales.

 
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