Intento fallido para anular el juicio
El juicio contra los veintiún acusados de la Camorra italiana continuara mañana con el interrogatorio a los acusados que han tratado de anular el caso por estimar que los hechos ya fueron enjuiciados en Italia y además han prescrito en España
Madrid
La fiscalía Anticorrupción, representada por Juan José Rosa y José Grinda, se ha opuesto a cualquier nulidad y ha conseguido que el juicio continúe. El presidente del tribunal ha acordado que las cuestiones suscitadas se resolverán en la sentencia pero ha adelantado que unos mismos hechos pueden ser juzgados en dos países distintos y que, en este caso, hay que tener en cuenta las condenas cumplidas y compensar en su caso las penas que pudieran corresponder.
Los 21 acusados se enfrentan a condenas de diez años de cárcel por asociación ilícita y blanqueo de capitales. Delitos que la fiscalía estima que se han consumado a través de narcotráfico y mediante actividades inmobiliarias y de hostelería en Canarias, donde actuaban desde el final de la década de los 90.
El fiscal se ha negado a todas estas cuestiones y ha aclarado que son juzgados por delitos cometidos en España y no por los vistos en Nápoles, en concreto su integración en el grupo liderado por el fallecido Giuseppe Felaco, conocido como Peppe Nazzaro, que según la Fiscalía llegó a controlar las inversiones de los clanes camorristas en las islas Canarias, en especial en Tenerife.
En el banquillo de los acusados se sientan 21 personas integradas supuestamente en los clanes mafiosos Nuvoletta y Polverino, satélites de la camorra napolitana, que fueron desmantelados en 2010 y para quienes el fiscal solicita 210 años de prisión por delitos de asociación ilícita y blanqueo de capitales.
El escenario del juicio bien podría ser cualquier sala penal de la región italiana de la Campania, cuya capital es Nápoles, pero los hechos delictivos con métodos similares a los practicados en Italia, se cometieron en las Islas Canarias y serán tres jueces del tribunal español especializado en terrorismo y asociaciones delictivas quienes les juzguen.
Desde los años 90, estos dos clanes han realizado varias inversiones en España en los municipios de Arona y Adeje en el sur de Tenerife, con el complejo turístico 'Marina Palace' y en todas estas actividades, la fiscalía anticorrupción sospecha que han sido dirigidas por una estructura delictiva para blanquear el dinero procedente de la organización criminal. Además de la actividad inmobiliaria, la fiscalía destaca que los acusados ampliaban su margen de negocio a la hostelería, la venta de embarcaciones de lujo o de vehículos de gama alta, la extorsión, o introducirse en los ayuntamientos.
El entramado societario alcanza a una treintena de empresas a cuyo frente estaba el viejo camorrista Giuseppe Felaco, que ya había saldado sus cuentas de sangre en Italia y se había retirado a gestionar su patrimonio en Tenerife para los clanes napolitanos.
La camorra quería los ayuntamientos
Según el escrito de acusación., el fiscal José Grinda apunta a que los mafiosos del “clan Nuvoletta” fijaron su paraíso en Tenerife, blanquearon millones en ladrillo, barcos y ocio aunque su último objetivo, era entrar en el poder local, para tener acceso a las licencias y a la vida pública, tal y como hacen en su territorio donde lo controlan todo.
Así uno de los imputados, abogado habitual del clan, Domenico de Giorgio intentó ser político en elecciones municipales. Se apuntó a las listas del PP de Adeje (Tenerife), pero al final su candidatura se desmorono aunque no está claro si a iniciativa propia o porque los populares se enteraron de sus amistades con los camorristas napolitanos del "clan Nuvoletta".
Según la investigación, al instalarse en Tenerife, Giuseppe Felaco (ya fallecido) creó un entramado empresarial que serviría para ejecutar los sucesivos actos de blanqueo de capitales proveniente de las actividades criminales de los clanes de Marano (Nuvoletta y Polverino). Estos actos están directamente vinculados con la actividad inmobiliaria, en cualquiera de sus fases (promotora, constructora, gestora) y otros sectores como la hostelería y la restauración, o la compraventa y/o permuta de embarcaciones de lujo, vehículos de gama alta, etc.
De esta forma, el patrimonio inmobiliario acumulado por Giuseppe Felaco, registrado a su nombre o bien al de sus testaferros, está -en realidad- en la directa disponibilidad de los clanes Nuvoletta y Polverino.
El 18 de octubre, después de casi un año tras ellos, más de dos centenares de agentes de Policía y Guardia Civil pusieron patas arriba el complejo turístico y residencial «Marina Palace» en Adeje, unos 5.000 apartamentos construidos por Felaco en 2001.
Historia mafiosa consolidada
El clan Nuvoletta estuvo históricamente aliado con los subclanes de los Nettuno y los Polverino, desarrollando actividades criminales de distinto signo: tráfico de estupefacientes, a través del comercio ilegal de hachís, estafas y extorsiones en el mundo de la construcción, en el negocio de la provisión o abastecimiento de organismos públicos, en el ámbito de las compañías de limpieza, así como en el control de operaciones hoteleras, además de los conocidos ajustes de cuentas y disputas con otros grupos o clanes rivales.
Dicho clan cuenta con una alta capacidad de infiltración en todos los ámbitos de la administración italiana, policía, judicatura y partidos políticos, al mismo tiempo que mantiene una gran capacidad de expansión internacional.
Familia Coleonesi
El clan Nuvoletta se encuadra dentro de la llamada Camorra italiana, teniendo como territorio de actuación principal en Italia las afueras de la ciudad de Nápoles, más concretamente la pequeña ciudad de Marano de Napoli. Los miembros originarios del grupo, los hermanos Nuvoletta (Angelo, Ciro, Gaetano y Lorenzo) han muerto o se encuentran en prisión, pero la estructura del grupo sigue manteniendo sus principales características: en particular, su funcionamiento celular como la estructura de la Mafia siciliana, con la que ha guardado históricamente fuertes vínculos (estructuralmente vinculado a los “Corleonesi”).
"Si hay que matar, se mata"
Giuseppe Felaco (conocido también como Peppe Nazzarol era cuñado de Angelo Nuvoletta, hijo de Lorenzo Nuvoletta, y pertenecía desde antiguo al clan homónimo. Tiempo atrás, formó parte del denominado "grupo de fuego" del clan; es decir, de las personas a las que se encargaba la comisión de los homicidios. Aunque los homicidios no son propiamente uno de los fines de los clanes camorristas, a veces son medios "necesarios" para la consecución de otros fines (‘se bisogno ommazzore si ammazzo’, es decir "si hay que matar se mata", en palabras de uno de los "arrepentidos" interrogados en esta causa). También se ocupó del tráfico de estupefacientes desde España con destino Marano di Napoli. El transporte de la droga, en el que Giuseppe Felaco era ayudado por su hijo Luigi, se hacía en coches, en un doble fondo, pasando por Francia
Giuseppe Felaco fue durante su estancia en España la persona encargada de realizar los procesos de afloramiento de capitales para los clanes Polverino y Nuvoletta, siendo, además, el contacto o el intermediario entre Giuseppe Felaco y el citado Giuseppe Polverino, el acusado Raffaele Spasiano.
Tres arrepentidos
Según las declaraciones de los arrepentidos de la Justicia italiana, alguno de los cuales estuvieron bajo las órdenes directas de Giseppe Polverino, confesaron que al salir éste de prisión en el año 2005, entregó en la isla de Tenerife una importante cantidad de dinero a Guiseppe Felaco para que se lo invirtiera en la isla. La persona que controló esa inversión fue en un primer momento el acusado Pietro Nocera y posteriormente, a partir del año 2006, dicha inversión fue controlada por el acusado Raffaele Spasiano.
Según el fiscal, todo el capital que tiene y ostenta Giseppe Polverino proviene, principalmente, del tráfico ilícito de hachís, el cual, en parte, fue gestionado de forma directa por los acusados Armando Orlando y Pietro Nocera, así como por el fallecido Giuseppe Felaco.
Los imputados
Giuseppe Polverino, Raffaele Spasiano, Prieto Nocera, Renato Melappio, Riccardo Capasso, Armando Orlando, Raffaele Orlando, Domenico di Giorgio, Mario Varriale, Antonio Sepe, Sheryl Rogers, Vincenzo Panico, Alessandro Capasso, S.S., Davide Sepe, Stefano Varriale, Giovanni Lorenzo Lecci, Mostafa Ouarab, Ida Felaco, Silvia Felaco y Maria Michelino.
Javier Álvarez
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en La Cadena SER donde esta vinculado a la sección de Justicia...