El Sevilla desmonta al Madrid

Madrid

Había recibido solo cuatro goles en diez partidos y llegaba a Sevilla como líder de la Liga. Hasta que visitó el Pizjuán. Al ritmo del himno de El Arrebato, los jugadores del Sevilla desmontaron los argumentos del Real Madrid para inflingirle su primera derrota en el campeonato justo antes del gran Clásico del 21 de noviembre en el que se mide a su gran rival, el F.C. Barcelona, en el Santiago Bernabéu.

El regreso de Gareth Bale fue lo más notable en el once de Rafa Benítez, en el que Cristiano aparecía como nueve, una posición en la que sigue sin estar cómodo pese a que el equipo lo necesita ahí y más mientras no pueda contar Benzema. Y para que el balón estuviera cerca de sus puntas, los blancos volvieron a recurrir de inicio a una presencia que complicó mucho la salida de balón a los sevillistas e hizo que el juego se desarrollara siempre cerca de la portería de Sergio Rico.

Achuchó el Madrid para anular a un Sevilla que no terminó de encontrar a sus hombres de más calidad, como Banega y Konoplyanka. Así, los primeros remates fueron para los blancos, que estaban obligados a ganar después de la victoria del Barcelona ante el Villarreal.

La primer gran ocasión fue para Nacho, el defensa del Madrid al que últimamente se le ve con frecuencia en el área contraria. Marcó el gol de la victoria ante el PSG y en el Pizjuán asustó a la grada local con un gran disparo al palo. A falta de peligro por parte de Cristiano y Bale, cualquier ayuda se agradecía.

Porque ninguno de los delanteros blancos tuvo su tarde. De hecho, tuvo que ser otro defensa el que deshiciera el nudo del partido. Fue, como tantas otras veces, Sergio Ramos. En una jugada de córner en la que realizó un remate de chilena para dejar a Sergio Rico con la boca abierta y limitar su misión a recoger la pelota del fondo de la portería.

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El precio que pagó el de camas fue un golpe en el hombro que hizo que tuviera que ser sustituido solo unos minutos después por Varane.

Aunque parezca extraño, al Sevilla el gol pareció no venirle demasiado mal. Sirvió para que despertara de un estado que no le iba a servir para otra cosa que salir derrotado del partido. Reaccionaron los de Emery y encontraron su terreno por las bandas, donde Trémoulinas y Konoplyanca se convirtieron en una pesadilla para Danilo.

Kiko Casilla olió el peligro y dejó muestras de un nerviosismo que nunca viene bien a un portero. Primero se equivocó en un centro de Mariano Ferrerira desde la derecha. Y luego tampoco estuvo muy acertado en el gol del empate de Immobile. Fue en otro saque de esquina, aunque en la portería contraria. La bola llegó hasta el segundo palo para que la rematara el italiano. Sin mucho ángulo, pero tampoco sin hombres entre la bola y la portería.

Equilibrio en el marcador y en el juego. Incluso puede decirse que el Sevilla mordió un poquito más que el Real Madrid una vez comprobó que a los blancos se les puede hincar el diente.

Sin Cristiano, a pesar de que en la reanudación probó suerte con un gran disparo desde lejos, y sin control del partido por parte de los centrocampistas blancos, el Sevilla solo tenía que persistir en su actitud para desequilibrar el marcador. Lo consiguió en una acción de ensueño de Konoplyanka, que hizo una pared con Immobile y después sirvió el balón al centro para que marcara Banega.

Con el 2-1 en el marcador, Benítez no tenía más remedio que poner cartas en el asunto y le dio los galones a James Rodríguez, que se asoció constantemente con Modric para volver a acercarse a la puerta de Sergio Rico. Sin embargo, el intento del Madrid terminó en cuanto Fernando Llorente hizo el tercero del partido en una jugada en la que los jugadores del Sevilla pusieron en evidencia la desconcentración de los defensas del Madrid. El riojano remató solo como solo centro Mariano y como solo entró por la izquierda Témoulinas.

El golazo de James en el descuento no arregló las cosas para los blancos. Con esta derrota, el equipo de Benítez pierde el primer puesto de la Liga, que ahora es para el Barcelona, y da vida al Atlético, al que le costó ganar en casa al Sporting pero que está a solo un punto de los de Benítez.