Las deudas pendientes de España y Europa con los desaparecidos
“Las familias tienen que estar suplicando que les administren información”, es la queja más habitual de los allegados de las más de 14.000 personas que desaparecen cada año en España
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La falta de información sobre desaparecidos se convierte en una cárcel para los familiares. / Getty Images
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Madrid
Entre 14.000 y 20.000 personas desaparecen en España cada año, unas 40 desapariciones por día. Sin embargo, no se puede medir la transcendencia completa de esta problemática porque, directamente, no se facilitan datos por parte del Ministerio del Interior y hay que remitirse a los casos conocidos por las asociaciones.
“No hay una estadística oficial. Tiene que haber una información que se pueda procesar y sea susceptible de análisis para poder ir a las causas”, se lamenta el periodista Paco Lobatón, que actualmente coordina una fundación sobre desaparecidos (QSDGlobal).
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Registro general de desapariciones activadas. Datos generales regsitrados por la asociación. / SOSDesaparecidos
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Registro general de desapariciones activadas. Datos generales regsitrados por la asociación. / SOSDesaparecidos
Joaquín Almills, presidente de SOS Desaparecidos y padre un desparecido asegura que “las familias tienen que estar suplicando que les administren información”. “Necesitamos la verdad, no podemos sentirnos libres sin ella”, sentencia en declaraciones para la Cadena SER.
Desde el Ministerio del Interior achacan esta ausencia de cifras públicas a que "no se corresponden con la realidad y no son fiables". Los datos con lo que cuenta el Ministero se basan en las denuncias interpuestas. Sin embargo, dice este organismo, que muchas veces "las denuncias no se retiran".
Las reivindicaciones, al Parlamento Europeo
Sin embargo, esta es solo una de las problemáticas con las que se encuentran los allegados de estos desaparecidos. El pasado lunes participaron en un seminario en el Parlamento Europeo que pretendía buscar un Protocolo Europeo sobre Desaparecidos. Un protocolo especialmente centrado en la coordinación de los cuerpos de seguridad de la región, en los sistemas de difusión y de rastreo. Para Lobatón cuestionarse sobre la tardanza de estas medidas “es una pregunta como para desatar cierta alarma porque no es explicable. Si lo hay para otras situaciones, cómo no lo va a haber para las desapariciones…”.
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Joaquín Amills durante su intervención en el Parlamento Europeo. / Joaquín Amills
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Joaquín Amills durante su intervención en el Parlamento Europeo. / Joaquín Amills
Cada dos minutos, un menor desaparece
Sobre todo, preocupa unificar medidas en el caso de los menores. Según datos de Missing Children Europe, en Europa desaparece un niño cada dos minutos. Lobatón prioriza esta necesidad, porque las desapariciones de menores “son transfronterizas y un menor que desaparece en España, si ha sido víctima de trata o una red de pederastia, puede estar en cualquier país de la Unión”. La problemática en este aspecto va más allá si tenemos en cuenta los secuestros parentales. De modo que no solo es urgente que haya unas normas de actuación comunes, sino también una unificación de los criterios jurídicos.
A este efecto, en Europa disponemos de un teléfono para toda la Unión. Se trata del 116000, gestionado por la Fundación ANAR. A nivel nacional, también tenemos otro mecanismo: la Alerta Menor Desaparecido. Se creó en julio del pasado 2014 para difundir, lo más rápido posible, alertas sobre menores de edad. Sin embargo, fundaciones y asociaciones arremeten contra su eficacia. Lobatón confirma que “se ha adoptado en nuestro país, pero no se ha puesto en práctica”. Almills añade que los protocolos que hay que seguir para sacar adelante la alerta “son muy complicados”.
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Paco Molina, uno de los últimos casos de menores desaparecidos.
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Paco Molina, uno de los últimos casos de menores desaparecidos.
"En ningún caso se ha requerido que se ponga en marcha este sistema", confirman fuentes del Ministerio. Solo se aplica "en casos muy concretos, de alto riesgo", añaden.
Las asociaciones reclaman mayor implicación de las autoridades porque, en la mayoría de los casos, no disponen de mecanismos para atender las necesidades de las familias. Amills propone la creación de “un equipo multidisciplinar” bajo iniciativa del gobierno español que englobe a todos los actores implicados en estos casos. Mientras tanto, su asociación sobrevive con un presupuesto de 0 euros.
¿Son los medios cruciales?
La mayoría de su trabajo se remite a la difusión, labor para al que necesitan a los medios de comunicación. Amills declara que, aunque “la morbosidad hace daño”, la labor de los medios es fundamental "en el 99% de los casos.
El problema, que la mayoría de estas situaciones permanecen en el silencio, al mismo tiempo que casi 3.500 casos continúan sin resolver desde el 2010 (según datos del Gobierno, aportados el pasado abril en el Senado).