Una familia de pakistaníes, a la cárcel por secuestrar a su hija por querer divorciarse
El Tribunal Supremo establece en este fallo que las convicciones culturales de otras sociedades no pueden sacrificar valores constitucionales como la libertad
Madrid
En una sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Manuel Marchena, confirma las penas de prisión de 4 y 5 años para los ocho miembros de una familia pakistaní que ya impuso la Audiencia Provincial de Logroño en 2014.
Los hechos comienzan en 2005 cuando la familia regresa a Pakistán con el objetivo de que su hija eligiera marido entre tres de sus primos. Se trataba de un matrimonio forzado. Y ese matrimonio se celebró en el país asiático. Allí se quedó el marido esperando que la chica le enviara dinero desde España para poder venir a nuestro país.
Cuando el esposo llegó a la capital riojana exigió que ella dejara de trabajar y que cambiara su vestimenta occidental por ropa respetuosa con el Islam. Los insultos del marido eran permanentes.
Ante esta situación, ella le dice que quiere el divorcio. En este momento es su familia directa la que le engaña hasta que la encierra en una vivienda de Logroño. Estuvo siempre controlada, intentó quitarse la vida en dos ocasiones, pero la denuncia de una vecina acabó con la pesadilla.
El Alto Tribunal señala en la sentencia que “las convicciones culturales y sociológicas de otros pueblos no pueden ser tuteladas por nuestro sistema cuando para su vigencia resulte indispensable un sacrificio de otros valores axiológicamente superiores".
Un fallo de la Sala de Lo penal que va más allá al afirmar que “el papel secundario y subordinado que algunas sociedades otorgan a la mujer nunca podrá aspirar a convertirse en un valor susceptible de protección”.