De hacer ruido en el Parlament a decidir el tono del proceso secesionista
Este partido independentista de izquierda radical tiene como objetivo evitar una mayoría absoluta de Junts pel Sí y, de esa forma, ser decisivo en el 'procés'
El candidato a la presidencia de la Generalitat por la CUP, Antonio Baños, interviene en un acto político en Cornellà de Llobregat (Barcelona) / Toni Albir (EFE)
Barcelona
La Candidatura de Unidad Popular (CUP) se presenta por segunda vez a unas elecciones catalanas. Este partido independentista de izquierda radical tiene como objetivo evitar una mayoría absoluta de Junts pel Sí y, de esa forma, ser decisivo en un eventual proceso hacia la independencia de Cataluña
Sus aspiraciones son evitar que Artur Mas pilote la transición y que esta dure menos de 18 meses, periodo que ha marcado Junts pel Sí para declarar la independencia catalana.
Durante estos tres últimos años, el papel de los tres diputados de la CUP en el Parlamento catalán, encabezados por David Fernández, ha sido el de hacer mucho ruido e intentar introducir mensajes anticapitalistas, contra la corrupción y de ruptura con el sistema actual. Esta ha sido una tarea relativamente sencilla porque la CUP no era decisiva en la cámara catalana y no tomaba decisiones importantes.
Pero a partir del día 28 de septiembre este rol podría cambiar, y mucho. Si la mayoría absoluta independentista en el Parlament depende de la CUP, tal y como auguran el ObSERvatorio y otras encuestas, esta formación se podría convertir en fundamental. De la CUP podrían depender el tono y las formas de desarrollo de esta hoja de ruta hacia la independencia.
El candidato de la formación, Antonio Baños, ha avisado que hará todo lo posible para que Artur Mas no sea presidente de la Generalitat, algo que tienen acordado en el seno de Junts pel Sí. Aun así, al mismo tiempo asegura que la CUP no hará descarrilar bajo ningún concepto el proceso catalán.
En resumen, según lo decisiva que sea la CUP, según los diputados que consiga, podrá hacer más o menos presión para que Artur Mas no pilote el procés y, en su lugar, sean el líder de ERC, Oriol Junqueras, o el cabeza de cartel de Junts pel Sí, Raül Romeva, quienes ocupen ese lugar.
La CUP no descarta tampoco acuerdos con Catalunya Sí que es Pot, aunque los condiciona a que esta formación "deje de depender de Madrid", algo que el partido de Fernández y Baños atribuye al acuerdo con Podemos.
La formación independentista radical se presenta, pues, como la única capaz de defender a capa y espada la independencia y la igualdad social. De ahí vienen esos ataques a Junts pel Sí y Catalunya Sí que es Pot, pese a que la CUP es consciente de que estos dos partidos serán los únicos con los que podrá establecer puntos en común y pactar en la Cataluña que viene, sea cual sea el resultado de las elecciones.
