¡Todo son ventajas!
José Luis Sastre nos cuenta qué otras cosas han pasado y se han dicho en el sexto día de campaña de las elecciones catalanas.
El presidente de la Generalitat y número cuatro por Barcelona de Junts pel Sí, Artur Mas, durante un acto de Junts pel Sí en la plaza Catalunya de Figueres. / Robin Townsend (EFE)
Madrid
No está siendo de momento una campaña de paseos por los mercados, imagen típica que deja cualquier convocatoria electoral. Será que no hace falta.
Artur Mas reúne a pensionistas para hablarles de pensiones en una Cataluñaa independiente: serán hasta más altas, les promete. Y dice más: "Todo son ventajas".
Albiol retoma al discurso duro: los manteros le duraban a él quince días, por lo que dejó caer en un mitin. En el otro lado, los candidatos de la izquierda se comprometen a deshacer los recortes. Después de insistir en las tensiones por seguir juntos o en los riesgos de separarse, el escaparate se va llenando de ofertas. Ahora, todo son ventajas. Cada vez falta menos. Y se nota.
La campaña internacional
En cuanto la Meridiana se abarrotó de gente el viernes, en el equipo de Artur Mas no distribuyeron las fotos de la Diada, sino cómo esas fotos se repetían en varios medios internacionales. Hace tiempo que la pugna sobre Catalunya se da fuera, con entrevistas en el extranjero, con cartas y reuniones en embajadas.
Admiten en privado miembros del Govern que su esperanza es lograr de algún Gobierno extranjero que empuje a la Moncloa a dar un paso en Cataluña. Pero según se acercaban las elecciones, la Moncloa reunía más voces internacionales. La última, la de Barack Obama.
Artur Mas, que recita de memoria en francés a Baudelaire, sabe también de memoria el discurso con el que Kennedy tomó posesión en la Casa Blanca. Los ecos de Estados Unidos irrumpen esta vez en la campaña y Mas conoce la lección que dejó la carrera de Kennedy por llegar a la presidencia: las campañas pueden traer sorpresas. Todo influye, aunque lo difícil es saber en qué sentido.
