Continúa la entrada de refugiados a Alemania pese a los controles fronterizos
Un día más continúa suspendido el tráfico ferroviario entre Alemania y Austria
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Dos refugiados saludan desde un tren con destino a Freilassing, Alemania, en la estación de Salzburgo. / BARBARA GINDL (EFE)
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Berlín
En la estación de ferrocarril de Freilassing, una localidad bávara de 16.000 habitantes, situada a menos de diez kilómetros del centro de Salzburgo, la actividad no cesa a altas horas de la madrugada.
Como en el resto del país, durante la noche se suspende el tráfico ordinario de pasajeros pero de las vías continúan saliendo de forma escalonada convoyes de refugiados en dirección a otros puntos de Alemania, mayormente hacia Múnich.
En la madrugada del martes al miércoles el flujo migratorio ha sido continuo.
Más o menos cada hora media desde la estación de Freilassing han ido saliendo trenes con cientos de refugiados a bordo. A las ocho de la mañana la rutina continuaba. Unos 100 refugiados llegaban a la estación custodiados por la policía. Algunos eran cacheados, a otros se les revisaban sus pocas pertenencias, como mucho una mochila o un neceser, antes de hacerles pasar a una zona vallada en la que tendrían que esperar por el tren.
Los voluntarios les acercaban mantas para que pudieran sentarse más cómodamente y les ofrecían el desayuno. Los más pequeños pedían permiso a la policía para poder ir al lavabo acompañados por sus padres.
Desde que comenzaron los controles fronterizos los asilados no viajan con el resto del pasaje, sino que lo hacen en trenes especiales fletados por el gobierno alemán y custodiados por la policía.
Freilassing es el principal punto de entrada a Alemania desde Austria. No en vano, en esta población alemana el domingo la policía empezó a aplicar controles fronterizos reteniendo a los refugiados que viajaban en tren desde Salzburgo con el objetivo de tener constancia fehaciente de cuántos refugiados entraban en territorio alemán y de actuar de forma coordinada con los Länder, los estados federados.
En este punto las fuerzas de seguridad procedían bajo mandato gubernamental a contabilizar, a identificar y proporcionar una vivienda temporal a los refugiados que intentaban entrar en el país. Una medida excepcional que el ejecutivo de Angela Merkel decidió tomar por motivos de seguridad y organizativos, después de que durante el fin de semana unos 15.000 asilados llegasen a la ciudad de Múnich.
Esta localidad bávara es uno de los puntos calientes de la ruta migratoria que siguen los refugiados para entrar en Alemania. La estación está tomada por la policía pero aún así reina la tranquilidad y los buenos modos entre los agentes y los refugiados. No obstante, un día más, permanece cortado el tráfico ferroviario entre Alemania y Austria. Para llegar a Salzburgo hay que tomar un taxi o un autobús desde esta estación.