Tsipras: siete meses de tenso mandato
Marcados por las negociaciones del tercer rescate con los acreedores
Madrid
La popularidad de Alexis Tsipras comenzó en mayo de 2012, cuando su partido, el izquierdista Syriza, se convirtió en segunda fuerza política del país, gracias a un programa de rechazo de la austeridad. Tras dos años de ascenso, su formación ganaría las elecciones del 25 de enero del 2014. "El veredicto del pueblo grigo cierra sin ambigüedades el ciclo de la austeridad", decía Alexis Tsipras en su discurso de vencedor en el que recalbaba que la troika es "cosa del pasado". La férrea actitud negociadora de su ministro de finanzas Yanis Varoufakis le convirtieron a él y a su Gobierno en no gratos desde el primer momento para algunos socios europeos.
En este complejo escenario, las negociaciones entre Grecia y sus acreedores se rompieron a finales de junio. El Gobierno anunció la convocatoria de un referéndum sobre las propuestas de reforma del Eurogrupo, inasumibles según el Gobierno. Ante la falta de liquidez, el 29 de junio entró en vigor el primer día de 'corralito'. El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, anunciaba un control de capitales y cierre de los bancos, después de que los acreedores rechazaran la petición de Atenas de prorrogar el programa de rescate.
En este contexto, el 5 de julio, los resultados del referéndum fueron rotundos. Obtuvo la mayoría el 'no' a la propuesta de los acreedores, con un 61%. Un resultado que "no tiene vencedores ni vencidos", según Tsipras. Pero añadía que "no significa una ruptura con Europa".
Horas después de la victoria del 'no' en el referéndum celebrado en el país heleno, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, anunciaba su dimisión con el objetivo de ayudar al Gobierno a alcanzar un acuerdo con las instituciones europeas. Así se reanudaron las negociaciones con el fantasma presente del Grexit. El 13 de julio, tras horas de tensión, se concretaba el acuerdo. Grecia aceptaba recibir de sus socios de la eurozona un tercer rescate de hasta 86.000 millones de euros hasta 2018, a cambio de duros ajustes y reformas en los próximos años. Un acuerdo calificado por Varoufakis como un nuevo "Tratado de Versalles". "Los poderosos han pedido a los perdedores que acepten términos que no tienen derecho a exigir", aseguraba.
Con el gobierno debilitado, el 14 de agosto el Parlamento griego dio luz verde a este tercer rescate financiero por valor de 86.000 millones de euros hasta 2018. El acuerdo salió adelante con el apoyo de 222 de los 300 legisladores que componen el Parlamento. Sin embargo, también recibió 64 votos en contra, 32 de ellos de miembros de Syriza. La ruptura dentro del partido estaba ya consumada.
Este 20 de agosto el primer ministro griego Alexis Tsipras ha anunciado su dimisión y ha propuesto celebrar elecciones anticipadas para que el pueblo "se pronuncie" sobre la gestión de su gobierno.