Antes y después del referéndum: diferencias y semejanzas de las propuestas de Grecia a Europa
Las propuestas que Tsipras presenta a Europa antes y después del 'no' griego
El exministro de Finanzas griego Yanis Varufakis lee el documento de la propuesta griega durante una reunión del grupo parlamentario de Zyriza en el Parlamento / ALEXANDROS VLACHOS (EFE)
Madrid
La propuesta que el gobierno griego remitió ayer a las instituciones comunitarias es bastante parecida a la que se debatía cuando se rompieron las negociaciones hace justo dos semanas.
Pero hay una diferencia bastante notable que no viene en los papeles: entonces era para pedir una prolongación de la ayuda en unos meses y por 7.500 millones de euros, y ahora es para obtener un tercer rescate por 53.000 millones y por tres años.
Además, lo que hace 15 días era una línea roja (la reestructuración de la deuda) ahora no lo es tanto. No está en los papeles, pero hasta el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaubble, admite que podría ser necesaria (aunque no contemplada en los mecanismos que regulan la zona Euro).
Tsipras no consigue que este tema esté explicitamente en el acuerdo, y mucho menos que haya quita', es decir, que se elimine parte de esa deuda, pero sí su reestructuración. Esto es, que se alarge el periodo de pago incluso hasta 2057.
El detalle de ambos acuerdo
Las propuestas anteriores suponían la eliminación del IVA reducido en las islas; la propuesta griega de esta semana propone eliminar la exención primero en las islas más visitadas (y siempre después de que acabe esta campaña de verano) y sólo después llevarlo al resto de islas más remotas. Eso da algo más de tiempo a Tsipras en una medida muy directa e impopular.
El gobierno griego acepta el IVA del 23% a restauración y los acreedores parecen conformarse con el IVA superreducido del 6% para medicinas, libros y teatro.
La propuesta sobre pensiones incluye referencias genéricas a cambios, por ejemplo, para dificultar las prejubilaciones, pero también estipula algunos recortes graduales que empezarían en 2016 por las pensiones más altas y sólo en 2019 para las más bajas.
En el gasto militar, de los más altos de la Unión Europea, se incluye una reducción del techo de gasto militar de 300 millones en dos años.
