Dos heridos siguen en estado crítico
Mientras Port Kantaoui se vacía, la conmoción se queda en Susa. Los tunecinos aun no dan crédito a que en "la perla del Sahel", como conocen a esta ciudad, haya ocurrido una masacre de esa naturaleza
Susa (enviat especial)
El personal médico se volcó el viernes con los heridos. El atentado se cometió durante el día del rezo, el segundo viernes del Ramadán, había muchas personas librando pero cuando se enteraron de lo ocurrido acudieron sin dudarlo a sus respectivos hospitales. "Necesitábamos de todo, gasas, agujas, anestesias...", recuerda una enfermera del Hospital Universitario de Sahloul. A este hospital llegaron 16 heridos, seis tunecinos y diez extranjeros. Hoy sólo quedan siete, tunecinos, belgas, alemanes y un hombre del que se desconoce su nacionalidad.
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En las próximas horas darán el alta a un matrimonio que ha pasado 48 horas ingresado en la planta de traumatismos. Dos de los pacientes extranjeros están en estado crítico. En la clínica Les Olivies, las más cercana al hotel Imperial Marhaba, todavía quedan siete heridos ingresados, todos ellos estables.
Chehir, famacéutico, se emociona recordando la tragedia. "Fue un día muy triste.
Los turistas son nuestros invitados, los tunecinos somos acogedores y amigables, esto no representa al pueblo tunecino... no sabemos de dónde sale, viene de fuera, eso no es Túnez". Los tunecinos demostraron su solidaridad cuando, al enterarse de lo ocurrido, mucha gente se acercó a los hospitales a donar sangre y a ayudar, de la forma que pudiera a quien lo necesitara, tunecinos o extranjeros. Porque el terrorismo extremista, dice la enfermera, no tiene nacionalidad. Y el dolor tampoco.