Los timos más frecuentes en Internet

Madrid

Comodidad y bajos precios son dos de los factores que han provocado que cada vez sean más los que se animen a comprar por Internet. Sin embargo, la red continúa siendo el escaparate perfecto para los timos, engaños y estafas. El bombardeo de ofertas y la proliferación de aplicaciones para dispositivos móviles provocan que más de un confiado usuario acepte acuerdos que no son cumplidos por ambas partes.

Timos más habituales

A los más frecuentes y veteranos como ofertas de trabajo fraudulentas, multas por descargas ilegales, premios falsos, engaños a través de aplicaciones como WhatsApp o fraudes con tarjetas de créditos y otros bulos se unen otros más desconocidos como el 'Phishing', que consiste en el robo de datos a partir del empleo de mensajes de correo electrónico que, aparentemente, provienen de fuentes fiables. Estos mensajes suelen incluir un enlace que, al ser pulsado, redireccionan a una página web en la que el usuario introduce una serie de datos que van a parar a manos de un delincuente.

Como evolución al fenómeno 'Phising' encontramos el 'Pharming'. En este caso, los estafadores de Internet redirigen al internauta a una web cuya apariencia simula a la de una entidad bancarias con el fin de robarle las claves de acceso a sus cuentas.

En cuanto a las redes sociales, espacios de los que hacemos un uso habitual la mayoría de ciudadanos, debe fijarse especial atención en los riesgos que contempla el 'oversharing'. Es decir, publicar demasiada información sin motivo alguno.

Por otro lado, los portales en los que los particulares ofertan productos de segunda mano también están a la orden del día y cada vez son más demandados. En estos sitios web se intercambian todo tipo de productos siendo los smartphones y otros dispositivos electrónicos los objetos más deseados. Sin embargo, en muchas ocasiones, estos espacios de compraventa aparentemente fiables resultan no serlo. Desde productos defectuosos, robados e, incluso, bloqueados pasando por identidades falsas y productos inexitentes. Lo ciertos es que en estos portales te puede pasar de todo.

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Incremento de los ataques

La fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, ha anunciado que entre 2012 y 2014 los delitos cibernéticos registraron un "incremento espectacular" que ha cifrado en un 210%. Asimismo, ha expresado su "compromiso con los derechos de los ciudadanos y la sociedad" para combatirlos.

La fiscal considera que la especialización es "clave" para hacer frente a estos delitos asociados a las nuevas tecnologías.

Se están adoptando algunas medidas que van en el buen camino, como la tipificación de nuevos delitos, la consideración de que los delitos informáticos pueden ser cometidos personas jurídicas o la introducción de medidas que permiten retirar contenidos de la red por orden de un juez.

Sin embargo, dada la expansión de las compras virtuales, se hace necesaria una regulación normativa específica en materia de dinero electrónico. Madrigal ha alertado de que los delincuentes utilizan con frecuencia este tipo de monedas para "dificultar la trazabilidad del dinero" logrado a través de la comisión de delitos.

Consejos de seguridad

Detrás de todas estas "artimañanas" cibernéticas se esconde la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional (BIT), que se encarga de velar por la seguridad de los ciudadanos en la red a través de alertas tecnológicas. En su página oficial detallan los consejos de seguridad que todos los usuarios deben seguir para navegar de forma segura en la red.

• En las redes sociales: mantén tu perfil privado, evite las contraseñas fáciles de adivinar.
• Utilice contraseñas "de calidad" (con letras, números y otros caracteres). Cámbielas periódicamente.
• Adquiera un buen producto antivirus y actualícelo con regularidad. Realice periódicamente copias de seguridad de su sistema.
• Nunca ofrezca datos personales por Internet, a menos que sea en sitios de total confianza. 
• No introducir el número de tarjeta en páginas de contenido sexual o pornográfico.
• Para evitar los fraudes telefónicos, controle sus facturas, compruebe los números a los que ha llamado, y que el gasto facturado se corresponde con las comunicaciones realizadas. Cuidado con los "regalos" sustanciosos.
• No facilite sus números de teléfono, tanto fijo como móvil, a personas desconocidas o en webs que no le ofrezcan confianza suficiente.