La Unión Europea, disgustada con Grecia

Madrid

Ha sido una rueda de prensa al margen del G-7 de los cabezas visibles de los organismos comunitarios. El presidente de la Comisión Jean-Claude Juncker visiblemente molesto con Alexis Tsipras, dice que su discurso ante el parlamento heleno el pasado viernes, en el que acusaba a Europa de no ofrecer alternativas en la negociación de la deuda Griega y de ponerles entre la espada y la pared, dista mucho de la realidad. Juncker dijo que aunque le unía cierta amistad con Tsipras, hasta para mantener una relación en buenos términos dentro de Europa había que seguir ciertas reglas. “Me disgusté mucho al escuchar lo que dijo el primer ministro griego. Estoy todavía esperando una propuesta alternativa de nuestros socios de Atenas, dado que el miércoles pasado cuando debieron darla, solo hubo una propuesta, la mía”. Juncker añadió que en ningún momento se había puesto a Grecia ante un callejón sin salida, pero que los acreedores, aquí o en cualquier otra parte del mundo, si dejaban dinero, querían garantías de que iban a poder recuperarlo.

Junto a Juncker, estaba el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk ha dicho que la intención de la representación comunitaria en este G7 es defender la política de sanciones contra Rusia: “Déjenme decírselo claramente dada la situación actual, si alguien quiere iniciar un debate sobre cambiar el régimen de sanciones a Rusia, impuesto por el papel de Moscú en el conflicto ucraniano, sería solo para fortalecer esas sanciones”. La aplicación de las mismas expiraría en julio y los líderes europeos acordaron en Marzo que las sanciones se mantendrían hasta que Minsk aplicara el alto al fuego al completo y efectivo hasta final de año, pero aún tendrán que tomar una decisión formal al respecto.