'Anclados': gatillazo en la popa

Madrid

No se levanta. ¿Qué ha sucedido? Todo estaba perfectamente diseñado y preparado. Vamos a dejar pasar un rato. Hay que darle tiempo a estas cosas. Habrán sido las prisas, con más tranquilidad, hubiera sido mejor. No te preocupes, a la próxima.

Son las fases y frases que protagonizan cualquier escena de "gatillazo" al uso, sobrenombre con el que se conoce a la pérdida de erección esporádica y transitoria. Buena metáfora para 'Anclados', nueva comedia de Telecinco para la noche de los lunes. Porque la que se vende como la serie de los creadores de '7 vidas' y de 'Aída', levantar, levanta más bien poco. A ratos, el ánimo; más tiempo el aburrimiento.

En parte, por la particular forma que han encontrado Globomedia y Telecinco de promocionar la serie (haciendo uso de las dos grandes comedias suyas ya citadas). Qué más quisiera 'Anclados' que parecerse a la peor 'Aída' o a la peor (menos buena) '7 vidas'. De los equipos de guionistas que crearon estas dos series y las desarrollaron, pocos forman parte del equipo de guion de 'Anclados'. Es más, del proyecto inicial de 'Anclados' -anunciado en mayo de 2014- se han ido cayendo los guionistas que más peso tenían en las últimas temporadas de 'Aída'.

Así pues, de lo primero que uno se da cuenta al ver el primer capítulo de 'Anclados' es que esta serie no tiene el alma de sus dos predecesoras. Sí mantienen algunos rasgos estilísticos en común que hablan más de la marca Goblomedia-Telecinco en comedia que de la remota semejanza que se pudiera establecer entre 'Anclados' y 'Aída'.

En ese sello, se mantienen los personajes cargados de prejuicios y deformados sin llegar a la genial caricaturización de 'La que se avecina'. El tono de los diálogos es alto -un griterío constante-; las situaciones, más que disparatadas son estúpidas; y la sonrisa o la carcajada (que las hay) nacen más de gags puntuales bien interpretados que de la brillantez de un guion que, de simplón, es previsible en el chiste.

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Hay personajes interesantes, de los que apetece ver su progreso… pero han caído en actores que, o bien no le han pillado el tono, o bien han destrozado frente a la cámara un personaje que era un regalo. En la misma línea, los actores cuyo trabajo es más certero se han topado con roles tan chuscos  que solo dan ganas de que el reloj siga corriendo para que por fin llegue el final del episodio. Y esto que sigue sin levantarse.

'Aída' consiguió parir a una generación irrepetirble de personajes que resultaron ser unos grandes perdedores adorables. Los de 'Anclados' son pretendidamente miserables y mezquinos, (lo cual es un punto a su favor) pero tras lo visto en el primer capítulo, niniguno logra trascender la pantalla.

Técnicamente, la serie no va a asombrar a nadie. La dirección es muy conservadora, cartón piedra por todos lados, sobreiluminada, colores demasiado vivos y sonido básico.

'Anclados' es una serie tremendamente simple (¿cutre?), no sencilla. La sencillez es una virtud difícil de adquirir o lograr; la simpleza es rebajar el nivel de brillantez de una obra.

Esta nueva comedia de Telecinco busca crear su propio universo partiendo de gestos narrativos y creativos característicos de '7 vidas' y 'Aída' para pivotar hacia el humor sin pelos en la lengua, sarcástico y surrealista que hace triunfar a 'La que se avecina'. En 'Anclados', esto último, no lo consigue a pesar de quererlo e intentarlo.

Con todo, queda una serie fallida -un gatillazo- que quizá mejore con el paso de los capítulos, aunque más parece -por factura y chiste fácil- una comedia diaria diseñada para ser emitida en el access, como un 'Gym Tony' de más presupuesto.

Su gran baza, sus rivales. Tendrá la suerte de competir contra otros 2 productos que hoy también se estrenan: 'Pekin Express' en Antena 3 y 'Así de claro', nuevo programa de Buruaga en La 1.