Verdasco y Carla Suárez pasan de ronda con solvencia
Feliciano López cae ante el ruso Teymuraz Gabashvili por 6-3, 7-6(9) y 6-3
Fernando Verdasco avanzó a la segunda ronda de Roland Garros al derrotar al japonés Taro Daniel por 6-3, 6-4, 6-2 y expresó luego su deseo de alcanzar los cuartos de final, el único del Grand Slam en el que no lo ha conseguido.
"He estado entrenando bien estos días antes de París. Físicamente no tengo dolores y eso es importante tras los últimos años con el problema de las rodillas. Estoy pegando bien a la bola, mentalmente estoy con confianza, motivación y ganas. Solo me falta ganar partidos y subir de ránking", analizó.
Su siguiente rival será el alemán Benjamin Becker, verdugo del belga Ruben Bemelmans por 6-3, 6-7(5), 2-6, 7-6(4) y 6-2. "Es un rival duro en cualquier superficie y, después en teoría me tocaría contra el japonés Kei Nishikori, si logra vencer a Thomaz Bellucci, que está en un gran momento", señaló.
Feliciano López, por su parte, cayó en primera ronda al perder contra el ruso Teymuraz Gabashvili por 6-3, 7-6(9) y 6-3, en 2 horas y 10 minutos. Muy desconcentrado en todo el partido, el manchego, undécimo favorito, poco pudo hacer ante un oponente, 74 del ránking, que hizo un gran encuentro.
Solo en el juego de desempate del segundo set López pareció poder entrar en el partido, cuando dispuso de dos oportunidades para anotárselo Pero, una vez que las dejó escapar, la tercera manga fue un paseo para el ruso de 30 años, octavofinalista en Roland Garros en 2010. López ha disputado quince veces este Grand Slam de tierra batida, y ha perdido en diez en la primera ronda.
En el cuadro femenino, Carla Suárez solventó sin temblar su debut con una victoria ante la rumana Monica Niculescu por 6-2, 6-2 en 1 hora y 21 minutos. La número 8 del mundo, que el año pasado alcanzó los cuartos de final en París, tiene puestas muy altas expectativas en el Grand Slam de tierra batida, superficie en la que ha disputado siete de las nueve finales que ha jugado.
Frente a Niculescu, 67 del mundo, contra quien no conoce la derrota en cuatro duelos, se mostró muy sólida desde el fondo de la pista y ahí cimentó un triunfo que demuestra el buen momento de la canaria.
A París llegó tras haber disputado la final del Masters 1.000 de Roma, en el que llegó a adelantarse un set contra la rusa Maria Sharapova, que finalmente reaccionó y se alzó con el trofeo.
Este año también ha disputado las finales de Amberes y Miami y ha ganado 31 partidos, lo que le sitúa como la cuarta mejor de un año en el que ha ganado nueve veces a tenistas del "top 10".
Suárez afirmó que siente que este año llega a París con más expectativas, pero eso no le hace tener una mayor presión. "No tengo la necesidad de hacer un buen resultado. Vengo de haber perdido en la primera ronda de un Grand Slam y eso te hace estar más alerta, aprender ciertas cosas", analizó.