La víctima violada durante trece años por su padre no recurrirá la sentencia

Ana Cuartas es una mujer que tiene hoy 36 años. Cuando era una niña y durante 13 interminables años sufrió agresiones y malos tratos por parte de su padre. Él acaba de ser condenado por la Audiencia Provincial de Oviedo a la pena mínima, a ocho años de cárcel, por haberla violado desde que tenía cuatro años hasta los diecisiete. El tribunal lo justifica en que los delitos estaban a punto de prescribir. Ana, que tardó en denunciar por miedo, falta de recursos y falta de apoyo familiar, no recurrirá la sentencia. No quiere más sufrimiento. La Cadena Ser ha hablado con ella y este es su valioso testimonio.

A Ana Cuartas la pena que la justicia le ha impuesto a su padre le parece baja. Pero sorprendentemente no piensa recurrir. Está satisfecha porque lo han condenado y por algo más importante: demostrar que decía "la verdad".

A los quince años intentó denunciar las violaciones. Fue a comisaría, pero la policía no le creyó. Tampoco su madre y fue durísimo.

Cuenta que la última paliza que le propinó el padre la tuvo encamada 45 días. Ana denunció en 2011 cuando tenía 32 años. No lo hizo antes porque carecía de medios económicos, de apoyo familia y tenía miedo y vergüenza.

A Ana le hubiese gustado que a su padre le hubiesen condenado a 150 años de prisión, pero nadie le reparará el tremendo daño que le ha hecho. En todo caso, esta víctima cree que este tipo de delitos no deberían prescribir nunca.

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La madre la apoyó en cuanto conoció la verdad y ahora solo lamenta haber llegado "demasiado tarde". Ana ha tenido que recibir durante todos estos años tratamiento psiquiátrico y psicológico. Pero hoy a sus 36 años ha logrado rehacer su vida y salir del infierno con el respaldo de su marido y de sus dos hijos.