A una semana de las elecciones, el Reino Unido se enfrenta a un futuro incierto
Ninguno de los dos principales partidos obtendría, si las encuestas se confirman, la mayoría suficiente para gobernar en solitario
Londres
Dentro de una semana los británicos acudirán a las urnas en las elecciones más inciertas que recuerda este país. De acuerdo con la media de distintos sondeos electorales que elabora la BBC, los conservadores aventajan sólo por un punto a los laboristas (34%, frente al 33%). Ninguno de los dos principales partidos obtendrá, si las cifras se confirman, la mayoría suficiente para gobernar en solitario. El Reino Unido se prepara para un gobierno en minoría o en coalición, pero es imposible saber a ciencia cierta si el primer ministro será el tory David Cameron o el laborista Ed Miliband. Uno y otro necesitan de los partidos pequeños para gobernar. También aquí, como ocurre en otros países de Europa, el voto se ha atomizado.
De acuerdo con las encuestas será Miliband quien tenga más posibilidades de ser el futuro primer ministro, con el apoyo de los nacionalistas escoceses. El Partido Nacional Escocés (SNP) es, paradójicamente el que va a barrer a los laboristas en Escocia y va a impedirle gobernar por mayoría. Los seis escaños actuales en Westminster del SNP pueden convertirse en cincuenta. Un subidón básicamente a costa de los laboristas. Su líder, Nicola Sturgeon, es el gran éxito de la campaña electoral. En uno de los debates ofreció a Miliband la posibilidad de impedir juntos que Cameron siga cinco años más en la residencia de Downing Street. No sería una coalición formal, como la que formaron conservadores y liberales en el 2010, pero habría pactos y acuerdos puntuales en las votaciones legislativas en el parlamento que sean importantes. La irrupción de los nacionalistas escoceses sosteniendo el equilibrio de la política nacional eriza el pelo de la derecha que presenta un panorama catastrofista. En la recta final de una campaña sin brío, Cameron ruega a los votantes que le ayuden a “salvar la Unión y de paso su futuro político, cada vez más precario. “