El Barcelona, listo para mayo

La formación ofensiva que conforman Messi, Luis Suárez y Neymar cambió de denominación. Ante el Getafe, la MSN dejó de ser un tridante para transformarse en una trituradora, que no tuvo piedad y llevó a la mínima expresión a los de Pablo Franco. Una exhibición que ha llevado a la sociedad a convertirse, con 102 goles y a falta todavía de un mes para que finalice la temporada, en la mejor delantera de la historia del FC Barcelona y que demuestra que los culés están listos para afrontar el mes de mayo, donde se jugarán la Liga, la Copa y la Champions.

La sorpresa que los azulones dieron en el Camp Nou la temporada pasada, que a la postre sirvió para que los azulgranas no pudiesen conquistar el título liguero. Por ello, existía un incómodo 'runrun' en la previa del duelo que hacía presuponer que los hombres de Luis Enrique afrontaban un partido trampa en su camino hacia la que sería su vigesimotercera Liga. Pero el final de campaña que está protagonizando este Barça nada tiene que ver con el de hace un año, y para muestra un botón: Set al Getafe en un partido cuya única discusión fue qué gol de los locales fue más exquisito.

Y es que a los diez minutos, los catalanes ya mandaban en el marcador. El Barcelona, con muchas rotaciones en el once titular, impuso su ritmo, que no alcanzó a ser tan asfixiante como el de jornadas anteriores. Pero sí lo suficiente como para que cuando apenas se había llegado al minuto diez, Arroyo derribase en el área a Luis Suárez y el colegiado, sin dudar, pitase la pena máxima. Messi asumió la responsabilidad y batió con un soberbio lanzamiento a lo Panenka a Guaita.

El Getafe no claudicó y aprovechando los fallos atrás de los de Luis Enrique, a punto estuvieron de devolver las tablas al marcador Hinestroza en mala salida de Bravo. El jugador azulón vio la indecisión del guardameta chileno y lanzó una vaselina para tratar de superarle. Pero cuando el balón de sobrepasar la línea de gol, Bravo enmendó su error volando para evitar que el cuero besase la red. Ahí murió el Getafe, cuyos jugadores pasaron a convertirse en espectadores privilegiados del festín goleador que tenía preparado el Barcelona.

Suárez rápidamente puso tierra de por medio en el marcador conectando de volea un gran envío de Messi desde la derecha. Un gol que terminó de engrasar la maquinaria ofensiva y que llevó a los aficionados congregados en el templo azulgrana a cantar cuatro goles en quince minutos. Tras el del charrúa, Neymar recogió el testigo y batió a Guaita no sin antes dejar sentado a Alexis con un soberbio recorte en el área. 

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Pero no solo la MSN tenía licencia para marcar. Xavi, que celebraba su partido 501, se sacó de la chistera un soberbio lanzamiento desde el perfil izquierdo de la frontal del área ante el que nada pudo hacer el guardameta getafense. Un gol de bella factura que Suárez se encargaría de emular poco después, desde una situación parecida y con un desenlace idéntico: el balón en la red. 

No se había cumplido la primera parte y el 5-0 campeaba en el marcador. Pero aún faltaba el último detalle para cerrar una goleada importantísima de cara a mantener la distancia al frente de la Liga BBVA. Fue en el segundo acto, al poco de arrancar, cuando Messi, a pase de Suárez, recibió en el flanco derecho del área, presentó su candidatura a mejor gol de la noche. El argentino se perfiló y conectó un disparo que trazó una parábola perfecta en el espacio que separaba su bota de la escuadra de la portería de Guaita para poner en pie al Camp Nou y redondear la goleada de la noche.

El estadio era una fiesta y ni siquiera Bravo, que volvió a mostrarse dubitativo de nuevo con Hinestroza enfrente, pero esta vez fue el palo el que se interpuso en el camino del gol getafense. Con todo el pescado vendido, aún hubo tiempo para que Guaita evitase el hattrick de Messi volando para salvar un lanzamiento de falta del argentino. Lo que no pudo evitar fue el nuevo récord de la mejor delantera de la historia azulgrana.