Política | Actualidad
El escándalo Rato

Un estigma familiar

Es probable que Rodrigo Rato Figaredo, escoltado por la policía a la salida de su domicilio madrileño, reviviera cuando su padre y su hermano fueron detenidos en el Hotel Hilton de la Castellana durante la boda de su hermana. Era a mediados de los años 60 y cumplieron condena de prisión por evasión de capitales

Rodrigo Rato es conducido al coche policial tras su detención. / SERGIO PEREZ (Reuters)

Rodrigo Rato es conducido al coche policial tras su detención.

Madrid

El estigma familiar, que cayó en el olvido con el paso de página del régimen franquista, se convirtió en una obsesión. En 1996, ya como ministro Economía, hizo de la lucha contra el fraude su bandera y argumentaba públicamente que el “fraude perjudica a los intereses de todos los españoles”.

Más información

El crecimiento económico fue su otra gran obsesión. Con la ley de recalificación del suelo convirtió al sector de la construcción en el motor de la economía española que creció por encima de la media europea durante siete años consecutivos y arrojaba tasas de paro inferiores al 8%.

El poder de Rato crecía al mismo ritmo que la burbuja inmobiliaria y se perfilaba como el sucesor natural de José María Aznar. Pero cometió el error de rechazar la propuesta que le hizo en privado el Presidente, José maría Aznar, quien, a la postre, designó a Rajoy.

Rato no se resignó a ser el segundón de Rajoy tras la amarga derrota de 2004 y puso un océano de por medio al ser designado director gerente del Fondo Monetario Internacional. Un puesto que abandonó tres años más tarde por motivos personales. Una vez en España, Rajoy le encontró acomodo al frente de Caja Madrid para de paso frenar las maniobras de Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Comunidad madrileña.

La transformación de la entidad en Bankia y su salida a bolsa se saldó con un estruendoso fracaso que Rodrigo Rato asumió con la dimisión. Sin embargo, dos años más tarde se desvelaron los detalles de la gestión de la Caja y las malas prácticas de sus directivos y consejeros en el uso de las “tarjetas black”. Rato, ante el juez, aseguró que su uso era parte de su remuneración y como tal consideraba que se cotizaba a Hacienda por el gasto. Declaraciones posteriores de otros testigos echaron por tierra esta línea de defensa.

Es probable que Rato deba volver ante el juez por este nuevo caso. Su imagen, detenido por la policía sólo es comparable por su impacto social y político a la de su sucesor en el FMI, Dominique Strauss Kahn, detenido en Nueva York por agresión sexual.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00