Este fallo de Gmail ha hecho que miles de usuarios enviaran correos a extraños
Miles de usuarios se han quejado de un extraño ‘bug’ en el servicio de correo de Google, que durante unas horas ha dado más prioridad a personas con quienes nunca hablas
El cliente web de Gmail / GETTY IMAGES
Madrid
Los usuarios somos cada día más dependientes del autocompletado. Si no, no se explica la extraña situación que miles de usuarios de Gmail han vivido durante algunas horas, y por la cual Google ha admitido un error y ha pedido disculpas.
El campo de autocompletado del correo aparece cuando empezamos a teclear una dirección o el nombre de una persona. En ese momento, comienzan a salir nombres de contactos que deberían obedecer a un criterio de frecuencia. Es decir, el primero debería ser la persona con la que más hablamos, y así sucesivamente.
Lo que han denunciado los usuarios es que, durante unas horas, Google ha estado mostrando primero los nombres de contactos con los que hacía incluso años que no nos comunicábamos, según ha recogido Business Insider. Y esto, ha desatado el caos.
La rutina nos lleva a no mirar dos veces lo que estamos aceptando. Como ocurre en otros campos tecnológicos, buscar una solución ya es demasiado tarde, porque el correo ya está enviado. Es lo que le pasa a esta mujer, que se equivocó de Amanda cuando quiso enviar algo a su asistenta.
Probablemente solo le dio tiempo a escribir la 'A' y, subconscientemente, presionó 'enter' sin mirar bien lo que hacía. Pero no fue la única en Twitter que se quejó. "El autocompletado de Gmail me está matando hoy, ¿Es esto una estrategia social de Google para que envíe correos a gente de la que ya ni me acuerdo?", bromeaba un usuario llamado Ryan.
¿Realmente salían desconocidos?
No exactamente. El bug sólo ordenaba mal los contactos, pero en ocasiones los usuarios han podido enviar un e-mail a alguna persona con la que tienen poco o ningún trato.
La agenda de contactos de Gmail añade al autocompletado las direcciones no solo de amigos, sino también de empresas, comerciales que nos hayan podido contactar o direcciones correspondientes a publicidad. Y ahí es donde está el problema si hemos pecado de falta de atención.
Descuidos como este pueden quedarse en una anécdota, pero deben al menos servir para aprender a utilizar mejor las nuevas tecnologías.
