Más que un debate para Pedro Sánchez
El líder del PSOE se expone en su primer duelo de estas características en el que presentará a su partido como la alternativa real al PP
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El Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, durante una sesión en el Parlamento. / ANDREA COMAS (Reuters)
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Madrid
El Debate del Estado de la Nación supone una ocasión única para Pedro Sánchez. En sentido literal: será su primera intervención en un debate de estas características –que puede ser el último del bipartidismo- pero también será el duelo que mida la capacidad de Sánchez como líder de la oposición tras semanas de debate interno. El secretario general de los socialistas, que lleva semanas preparando el discurso, presentará al PSOE como la alternativa al PP y contrastará “la euforia” que espera de Rajoy con datos sobre desigualdad y pobreza.
La composición del Congreso ayudará a Sánchez a postularse como la alternativa al Gobierno –“el cambio seguro”, según el argumentario socialista- porque ni Podemos ni Ciudadanos tienen representación en la Cámara. La intención de los socialistas es confrontar el discurso de la recuperación económica de Rajoy con las cifras de desigualdad, aumento de la pobreza y retroceso en derechos de los últimos años. “El debate lo ganará Pedro Sánchez –decía un poco objetivo Antonio Hernando– porque será el que más se aproxime a las preocupaciones de los ciudadanos”.
A decir del portavoz parlamentario, su partido prepara un debate “útil y clarificador” que tendrá dos ejes: la economía y el empleo y, por otra parte, los derechos y libertades. Los socialistas esperan que Rajoy aproveche para lanzar algún anuncio en plena precampaña y anticipan que les resultará “increíble” cualquier “conejo que se saque de la chistera”.
Sánchez es consciente de lo que se juega con esta cita, a la que llega tras la reunión de líderes europeos del sábado y antes de su visita a Brasil y a Uruguay para verse con Lula y mandatarios latinoamericanos. Busca así afianzar su liderazgo y reforzar la agenda internacional para pasar página tras la convulsión que se vivió en el PSM. Sabe, en cualquier caso, que este martes se examina su discurso y su capacidad, y que no sólo le juzgarán los ciudadanos que le escuchen desde fuera, sino los dirigentes que están dentro de su propio partido.