Derivados de la marihuana motivan el "suicidio" de células tumorales
Cadena SER ha podido hablar con Cristina Sánchez, una de las primeras investigadoras en descubrir que el THC ordena el suicidio de las celulas tumorales
Madrid
La lucha contra el cáncer es uno de los principales propósitos que persigue la comunidad científica desde hace años. Numerosos han sido los métodos y procedimientos que se han hallado para combatir esta enfermedad, pero ninguno aún ha sido lo suficientemente certero para erradicarla.
Hoy en día se vislumbra un nuevo camino en esta lucha, porque varios investigadores vienen descubriendo que, a través de determinados derivados de la marihuana, se puede desarrollar un nuevo método, que logra disminuir la velocidad de crecimiento de los tumores en animales con cáncer.
La marihuana, uno de los psicotrópicos más consumidos del mundo, produce centenares de compuestos químicos. Entre ellos existe un grupo de unos 80 derivados denominado “cannabinoides”. Diversas investigaciones han estudiado el efecto antitumoral de varios de esos compuestos. Entre ellos destaca el “delta-9-tetrahidrocannabinol”, más conocido como THC, que es el encargado de obligar al suicido de las células cancerígenas.
Cristina Sánchez, bióloga e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), lleva trabajando durante más de una década con estos derivados de la marihuana. Por casualidad, descubrieron que el THC, la principal sustancia psicotrópica de la marihuana, elimina las células tumorales. Siguiendo el hilo de ese descubrimiento, llegaron a observar que ese compuesto inducia una muerte limpia en las células cancerosas.
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Por un lado, su equipo se ha centrado en investigar cómo afectan los “cannabinoides” a las células que provocan el cáncer de mama. Y por otro, Guillermo Velasco, profesor titular de bioquímica en la UCM, investiga el efecto de estos derivados sobre los tumores cerebrales. El resultado fue asombroso.
Ambos han puesto de manifiesto que la administración de “cannabinoides” reduce el crecimiento de diversos tipos de tumores, especialmente en los tumores cerebrales más agresivos, denominados como “glioblastomas ”.
“Intentamos dar evidencia preclínica a la comunidad médica para que ellos utilicen estos compuestos en humanos. Estamos estudiando si combinando los canabidoides con otras terapias, como la quimioterapia, se podría mejorar su efecto, disminuir las dosis o paliar los efectos secundarios”, asegura Cristina Sánchez.
Financiación
El tratamiento con THC, experimentado en ensayos de laboratorio y animales, ha demostrado que es capaz de retrasar el crecimiento de los tumores, y en algunos casos han llegado incluso a erradicarlos, pero “hasta que no se experimente en humanos no podremos saber si funciona igual de bien que en animales, y esas pruebas sólo las tendremos a través de los ensayos clínicos”.
Por eso, uno de los principales problemas que existen para que este tratamiento salga adelante es la incertidumbre que existe sobre su efectividad en personas, pues todavía no se han realizado ensayos clínicos en seres humanos. El principal motivo es la escasez de financiación a estos proyectos.
“Actualmente, solo las empresas farmacéuticas podrían hacer frente al gasto económico que supone realizar ensayos clínicos con cannabinoides en humanos”, ha afirmado Cristina Sánchez.
Asimismo, Sánchez ha querido aclarar que no se puede deducir de sus estudios que fumar marihuana pueda curar el cáncer "primero porque estos compuestos no se han probado de forma controlada en humanos todavía y segundo porque los tratamiento que utilizamos en el laboratorio no tiene nada que ver con fumar marihuana."