La mentira arruina a Armstrong
El exciclista norteamericano, que fue sancionado de por vida por dopaje, debe pagar unos diez millones de dólares a una compañía tejana que le entregó una bonificación de cinco millones después de que ganar el Tour en 2004
La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) destapó en 2012 uno de los mayores fraudes del mundo del deporte, Lance Armstrong. El norteamericano fue acusado de dopaje sistemático y la UCI lo castigó quitándole los siete Tours de Francia y con una sanción de por vida.
El castigo no quedó ahí porque el tejano, que llegó a amasar un patrimonio personal cercano a los 100 millones de euros, ha experimentado desde entonces una importante pérdida de su fortuna consecuencia de numerosas demandas.
"Ha sido duro. Realmente duro. He pagado un precio alto en cuanto a mi posición dentro del deporte, mi reputación, ciertamente financieramente debido a las demandas que continuaron acumulándose", dijo Armstrong un año después de la sanción.
Aún hoy, que ya han pasado tres años, se le siguen acumulando las demandas al exclicita. La última perdida le ha costado unos nueve millones de euros. Ayer se conoció que el nortemaricano debe pagar esa cantidad a la compañía tejana SCA Promotions Inc.
La compañía, que tiene su sede en Dallas (Texas), le entregó una bonificación de cinco millones de dólares después de que ganase el Tour de Francia en el 2004. Después de las primeras acusaciones de dopaje de Armstrong la compañía reclamó que no debía hacer el pago de la bonificación y en 2006 llegó a un acuerdo con Armstrong fuera de los tribunales después de una larga batalla de arbitraje. El exciclista tuvo que abonar la prima inicial de cinco millones, más 2,5 millones de dólares en costes legales.
Pero en 2012 llegó la sanción de la UCI y en 2013 el mismo Armstrong confesó haberse dopado. Así es que la compañía comenzó a trabajar para revisar el caso legal y el pasado mes de febrero un juez despejó el camino para que SCA Promotions pudiese reabrir la demanda.
La misma llegó de nuevo a un panel de arbitraje y esta vez la decisión final le ha sido favorable a la compañía tejana, así que Armstrong tendrá que pagar ahora 10 millones de euros más.