La inevitable victoria de Syriza que puede no ser suficiente

Atenas

Todas las encuestas siguen apuntando a una victoria de Syriza en las elecciones de este domingo, con una ventaja que oscila entre 4 y 5 puntos, pero apuntan también que hay un importante pocentaje de griegos, en torno al 10, que aún no ha decidido su voto. Y a eso se agarran unos y otros, a sólo tres días de la cita con las urnas.

En Nueva Democracia, que lleva semanas estancadas con una intención de voto en torno al 27%, confían en que queda tiempo para convencerles. Lo intentan por un lado con el habitual mensaje del caos que traería Syriza (entre lo más reciente las declaraciones de Samarás diciendo que lo Tsipras quiere un régimen tipo Corea del Norte), y por otro, apelando al corazón de los que están más a su derecha. A los simpatizantes de Griegos independientes y de Aurora Dorada, les pide apoyo para evitar un gobierno de izquierda, que entre otras cosas quitaría los símbolos religioses de escuelas y edificios públicos.

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Desde el otro lado, en Syriza ya ven casi como inevitable la victoria, pero conscientes de las dificultades que habría para lograr un pacto con otro partido si no se alcanza la mayoría absoluta, se centran todos los esfuerzos y mensajes en arañar esos últimos votos que puedan marcar la diferencia. Tsipras ha destacado en sus últimos discursos que una Syriza autónoma significa una Grecia poderosa, y lo contrario, una Syriza poderosa significa una Grecia autónoma donde se terminará con la humillación nacional y los memorándums que han traído la catástrofe al país.

El nuevo partido To Potami, se consolida como tercera fuerza en los últimos sondeos, lo que le coloca en un lugar privilegiado para entrar en posibles coaliciones de gobierno de uno u otro lado. Su principal condición, según su líder, el presentador de TV Stavros Theodorakis, es no formar parte de un pacto "antieuropeista".