El Real Madrid regresa a la buena línea

Madrid

El Espanyol fue este sábado un rival propicio para la necesidad que tenía el Real Madrid de redimirse tras las derrotas de Mestalla en la Liga y del Calderón ante el Atlético en la Copa del Rey. Los de Sergio apenas inquietaron a los blancos. Casi ni se asomaron a la meta de Iker Casillas y a penas tuvieron el balón en sus botas.

Los pericos se comportaron como un equipo débil y condenado a caer ante el Real Madrid a poco que hicieran los blancos. No ejecutaros estos un gran partido, pero tuvieron en sus filas a un Benzema inspirado, a un Isco con ganas de volverse a ganar el Bernabéu y a un Cristiano que lo intentó aunque no pudo marcar.

Aunque el Espanyol se quiso asomar a la meta contraria en el arranque del partido, el gol no tardó en llegar para los blancos. Porque después de un disparo al palo de Benzema, el Madrid se adelantó en una jugada de tiralíneas. Cambió el juego Gareth Bale de la banda derecha a la izquierda, donde se encontraba Cristiano Ronaldo para dejásela de primeras a James. El colombiano hizo el primero ante la impotencia de Kiko Casilla. Así llegó el 1-0.

Era lo mejor que le podía pasar a un Madrid en el que se empezaba a hablar de cansancio y dudas a pesar de haber sido un rodillo en los últimos meses. Este sábado no lo fue, pero tampoco le hizo falta. Le bastó con el acierto de algunos de sus (muchas) figuras para resolver este partido y afianzar su liderato de la Liga en una jornada en la que tiene la suerte de que sus más inmediatos seguidores se cruzan en el Camp Nou.

Y el mejor acierto de la tarde fue el del libre directo que lanzó Bale antes de que se cumpliera la primera media hora de partido. El galés hizo el segundo tanto con un lanzamiento potente y colocado imposible de cazar para Kiko Casilla. La pelota pegó en el palo con violencia antes de entrar en la portería y de suponer el 2-0.

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Ahí se acabó el partido. Porque el Espanyol no demostró capacidad de reacción ninguna, salvo en algún disparo de Sergio García. Es más, los jugadores blancos tuvieron en sus botas una goleada relativamente fácil que no terminó de llegar.

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Y no lo hizo, en gran medida, porque el Madrid se quedó con diez hombres por la expulsión de Coentrao en un choque con Cañas al que el portugués llegó con los pies por delante. Protestaron los blancos, sobre todo Cristiano, que se llevó la amarilla. Pero el partido no cambió demasiado.

Porque el Espanyol no creyó en que la superioridad numérica le diera ventaja alguna. Quizá lo hubiera hecho con otro resultado en el marcador. Pero el 2-0 era suficiente para todos. No así para el Real Madrid, que quiso aprovechar la debilidad del rival para conseguir una goleada.

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Contribuyó a hacerlo Nacho, que poco después de saltar al tapete del Bernabéu anotó un tanto al rematar en el segundo palo un centro desde la izquierda. Fue el 3-0.

Pero antes llegó una de las jugadas más llamativas de todo el partido. Ocurrió en un ataque del Real Madrid. Lo protagonizó Gareth Bale, pero no acertó con la portería de Casilla. Se lo reprochó el Bernabéu, que le pitó recordando las jugadas en las que ha pecado de individualista. No lo hizo en esta, pero pareció como si una parte de la afición blanca le estuviera esperando.

No hubo tiempo para mucho más. Suficiente con los tres goles y los detalles de Benzema e Isco, que fueron los más destacados en el equipo blanco. El Madrid vuelve a la senda de la victoria, que le puede ayudar el jueves en el enfrentamiento copero ante el Atlético, el rival más complicado para él en lo que va de temporada.