El chófer de Sócrates le llevaba grandes cantidades de dinero en su coche a París
Joao Perna, que está en prisión desde el pasado jueves y ya ha prestado declaración ante el juez, le entregaba al exdirigente socialista cantidades que a veces superaban los varios miles de euros
Lisboa
José Sócrates continúa declarando este lunes ante el juez en el Tribunal de Instrucción Criminal de Lisboa. Sin embargo, todas las portadas de la prensa portuguesa están dedicadas este lunes al chófer del exprimer ministro socialista, Joao Perna, otro de los detenidos por, presuntamente, formar parte del esquema de blanqueamiento de capitales montado por Sócrates.
Por lo visto, Perna, que está en prisión desde el pasado jueves y ya ha prestado declaración ante el juez, “iba periódicamente en coche a París para entregar dinero en metálico al exdirigente socialista, en cantidades que a veces superaban los varios miles de euros”, afirma el diario Público.
El Departamento Central de Investigación y Acción Penal (DCIAP) detectó escuchas telefónicas en las que el chófer explicaba el esquema montado presuntamente por José Sócrates para recibir el dinero con el que llevaba un elevado nivel de vida en París, donde vivía en una lujosa casa con vistas a la Torre Eiffel, mientras estudiaba Filosofía Política tras salir del gobierno de Lisboa, en el verano de 2011.
Por otro lado, desde enero de 2013, José Sócrates era consultor para América Latina de la empresa farmacéutica Octapharma, por la que recibía un sueldo de 12.000 euros mensuales.
Sin embargo, como dice el semanario SOL, este dinero no era suficiente para su nivel de vida, por lo que el exprimer ministro comenzó a recibir otro sueldo, de otros 12.000 euros mensuales, a través de la farmacéutica. Pero al parecer, en realidad se trataba de dinero que el propio Sócrates tenía (del que todavía no se sabe el origen, aunque la investigación sospecha que procede de pagos ilegales).
A través de complejos movimientos bancarios que pasaban por 'offshores', el dinero de Sócrates, cuyo titular era su amigo, el empresario Carlos Santos Silva, otro de los detenidos, iba a parar a Octapharma, que después se lo ingresaba a Sócrates como si fuera parte del sueldo de consultor. “Este falso sueldo servía para blanquear dinero”, dice Público.
El pasado jueves hubo búsquedas en la sede de la farmacéutica que se ha mostrado “totalmente disponible” para colaborar con la investigación.