Evo Morales, el estabilizador
El primer presidente sindicalista e indígena de Bolivia ha sabido jugar a fondo estas dos circunstancias para conseguir una estabilidad política y social
El presidente boliviano, Evo Morales, saluda a sus seguidores desde el palacio presidencial de La Paz.(Reuters)
Evo Morales es el primer presidente sindicalista e indígena de Bolivia y ha sabido jugar a fondo estas dos circunstancias para conseguir que durante sus dos mandatos se haya conseguido una estabilidad política y social que han favorecido y viceversa el crecimiento económico.
En ocho años, el PIB se ha multiplicado por tres gracias a la ley de nacionalización de 2006 y a un aumento del precio de las materias primas. Los empresarios, que en 2005 vieron con mucho recelo la victoria de Morales, no quieren con sus quejas debaratar esta prosperidad de la que se beneficia todo el país.
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Sólo en 2012, la extrema pobreza se redujo del 38 al 21%. La redistribución de las rentas ha incidido más en los sectores más frágiles de la sociedad mediante la introducción de bonos de ayuda a las personas mayores y a los niños escolarizados. Se han construido escuelas, hospitales e instalaciones deportivas.
Es un gran constructor que incluso se ha ganado el respeto de la rica región de Santa Cruz y, al tiempo, ha hecho un hueco en el Estado a los indígenas y a los campesinos.
Un único pero surge en el electorado: no es sano para la democracia que no haya más oposición o al menos una alternativa de poder.
