El ascenso y caída de Ruiz-Gallardón

El que fuera uno de los políticos mejor valorados del PP concluye su carrera política con la negativa del Gobierno a seguir adelante con una regresiva reforma del aborto que provocó el rechazo de gran parte de la sociedad.

Afiliado a Alianza Popular desde los 18 años, Gallardón dedicó la mayor parte de su carrera a la política en Madrid, primero como presidente de la Comunidad y más tarde como alcalde de la capital. Sin embargo, en el PP sabían que la mayor ilusión de Gallardón era abandonar la política local y pasar a la primera línea nacional. En 2006 dejó bien claro que su intención era formar parte de las listas de 2008, como así se lo hizo saber a Mariano Rajoy. Pero la aparición en escena de Esperanza Aguirre, la cual también reclamaba su presencia en las listas, torpedeó sus intenciones, y Mariano Rajoy decidió no incorporarlo a filas nacionales.

Para Gallardón esto supuso uno de los peores varapalos de su carrera y le llevó a plantearse abandonar la política. Pero el alcalde de Madrid supo recomponerse y decidió seguir adelante, eso sí, dejando de lado sus aspiraciones y volcándose en la alcaldía, sobre todo en la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2016. Adoptó el papel de un político fiel a su partido y leal a sus dirigentes, y su "buen comportamiento", la alta valoración en las encuestas y los resultados conseguidos en las elecciones municipales de 2011 convencieron a Rajoy, que le incluyó como número cuatro de las listas al Congreso. Tras el triunfo en las elecciones generales, Rajoy le nombró Ministro de Justicia, cargo que asumió sin problemas tan sólo 7 meses después de haber revalidado su cargo como alcalde de Madrid.

Pero a pesar de ser el Ministro mejor valorado al inicio de la legislatura, su buena imagen duró muy poco tiempo. Su reforma de la Justicia, desde la imposición de las tasas judiciales a la polémica reforma de la justicia universal, puso en pie de guerra a magistrados, fiscales y administración de Justicia, que llegaron a secundar una huelga.

Sin embargo, fue su reforma de la Ley del Aborto, con la que buscaba dinamitar la ley de plazos y poner fin al supuesto de aborto por malformación fetal, la que le enfrentó a un amplio espectro de la sociedad, contraria a esta regresión de los derechos de la mujer. A pesar de que el anteproyecto fue aprobado en el Consejo de Ministros, la polémica reforma tampoco contaba con todos los apoyos que debiera dentro del partido. Su aprobación fue retrasándose, y Gallardón amagó con la dimisión en caso de que no saliera adelante. Finalmente, con la falta de consenso como principal motivo, y con la proximidad de las elecciones resonando de fondo, Mariano Rajoy ha anunciado que la ley quedaba aparcada, lo que ha llevado a Gallardón a cumplir su amenaza y dimitir.

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