Condenado un legionario al amputar la mano a un compañero en unas maniobras

El Tribunal Supremo condena a un legionario a pagar 222.500 euros a un cabo por un delito "contra la eficiencia del servicio por producción de lesiones en acto de servicio por imprudencia". El cabo herido perdió la mano izquierda cuando realizaban unas maniobras en Alicante en el año 2011. El condenado accionó sin permiso un mortero sin cerciorarse de que estaba descargado, contraviniendo el manual y sin orden previa.

El cabo Mohamed no había manejado un mortero tan pesado nunca antes. En 2011, cuando practicaba con morteros de granadas rompedoras de 16 kilos de peso con un compañero, perdió la mano. Tras realizar las maniobras ordenadas, el cabo no pudo cerciorarse de que la granada había sido disparada correctamente cuando empezó a llover. Tal como dicta el manual, dice la sentencia, tapó el cañón del arma. Sin embargo, otro compañero legionario con más de dos años de experiencia en el manejo de ese tipo de morteros, y que en esas prácticas estaba encargado de disparar, accionó el sistema al mismo tiempo; contraviniendo el procedimiento y sin orden expresa de hacerlo.

Como resultado, el cabo resultó herido en la mano de tal manera que los médicos la han dado por perdida. Ahora, con un 56% de discapacidad, está retirado por "inutilidad en acto de servicio", reza la sentencia. Y su compañero ha sido condenado por el Tribunal Supremo a indemnizarlo con 222.414 euros por un delito "contra la eficiencia del servicio por lesionar a otro militar en acto de servicio por imprudencia".

Un Tribunal Militar ya condenó al legionario por el mismo delito, pero en ese caso dictó el pago de una cantidad menor, 171.000 euros; que ahora el Supremo anula y aumenta conforme a lo establecido en la ley y tras el recurso de la víctima.