Soledad Lorenzo: "Cedo las obras porque el arte se ha portado muy bien conmigo"

Palazuelo, Tàpies, Juan Uslé o Miquel Barceló son algunos de los nombres propios que firman el legado que la galerista Soledad Lorenzo ha decidido ceder al Museo Reina Sofía. Un total de 385 obras que, tras el cierre de su galería en diciembre de 2012, Lorenzo ha querido dejar a la institución pública "porque el arte es cultura, y es necesario para la educación visual". Esta mañana, Gemma Nierga ha charlado con ella en Hoy por hoy.

"Al arte le debo una vida muy interesante durante 40 años. Quiero que los demás tengan la oportunidad de nutrirse con ello y que les pase lo mismo". Así ha explicado la galerista Soledad Lorenzo el por qué de su decisión de ceder 385 obras al Museo Reina Sofía. 40 años de entrega a una profesión, la de galerista, a la que llegó muy tarde: "Mi vida ha sido puro presente. Gente que tenga una pasión hay pocos, los demás vamos cogiendo lo que está delante y de repente eso se convierte en algo importantísimo" explicaba a Gemma Nierga esta santanderina de 77 años.

La vida de Soledad Lorenzo cambió al quedarse viuda con solo 36 años. Poco después, y en solo cuatro meses fallecían dos de sus hermanos, los mismos a los que de pequeña escuchaba hablar de exposiciones "y aunque no entendía nada, notaba que aquello era muy importante" explica. Fue entonces, con un futuro a la vista distinto al que se había imaginado, cuando su amiga Paloma Altolaguirre abrió una galería de arte y le pidió que trabajara con ella: "Le dije que mi familia sabía mucho de arte, yo no. Pero enseguida supe que no lo podría abandonar nunca".

La inteligencia visual de Soledad Lorenzo

Tras 12 años colaborando con distintas galerías, Soledad Lorenzo abrió su propia sala en Madrid en 1986, un rincón que cerró en 2012 "por jubilación" pero de cuya esencia se puede aún disfrutar en su página web. Para Lorenzo, este trabajo, además de una forma de vida, ha sido una forma de "educar mucho la inteligencia, eso es el gran agradecimiento". Si, para esta santanderina de nacimiento, la palabra tiene un gran poderío, más importante e interesante es aún la inteligencia visual "porque es emocional". Pero, ¿Qué es la inteligencia visual? ¿Para qué sirve?: "Para entender la vida, en su esencia, de verdad".

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"No me siento coleccionista, me siento galerista"

Las últimas 24 horas están siendo especialmente ajetreadas para Lorenzo. Desde que se filtrara el acuerdo con el Reina Sofía, su teléfono no ha parado de sonar. Y aunque algunos periodistas insisten en hablar de ella como "coleccionista", ella lo niega: "No me siento coleccionista, me siento galerista. Un puente entre el arte y la sociedad. Los galeristas somos eso". Lorenzo no está acostumbrada a lidiar con los periodistas, pero sí con los artistas, esos "seres humanos" de los que se dice que "son raros" explica con humor. Pero no son rarezas, para Lorenzo los artistas lo que tienen es "una inteligencia visual que para mi es mucho más interesante porque no es dogmática. En el arte no hay verdades, hay emoción. Y no lo puedes transmitir con palabras". Afortunadamente, esa inteligencia visual se puede educar: "cuando verdaderamente yo me he enamorado del arte fue al poco tiempo de empezar a trabajar por casualidad en el mundo del arte. La emoción la tienes que aprender tu".

El destino de las obras

La cesión se efectuará por 5 años con promesa de legado. Es decir, se quedarán para siempre en el Reina Sofía. Soledad no obtiene ningún beneficio económico ni fiscal con esta cesión. Solo ha puesto una condición: "Que se vea, que se utilice". Soledad está convencida de la decisión tomada. Eso sí, con mucho sentido del humor, no ha querido dejar la oportunidad de pedirle al director del Museo, Manuel Borja-Villel, un último favor: "quiero seguir cambiando los cuadros de mi casa, tenéis que hacerme préstamos".