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¿'True Detective' o 'Fargo'?

Debatimos sobre dos de las mejores ficciones de 2014 tras su reciente triunfo en las nominaciones de los Premios Emmy

'True Detective' serie de HBO protagonizada por Woody Harrelson y Matthew McConaughey(HBO)

'True Detective' serie de HBO protagonizada por Woody Harrelson y Matthew McConaughey

El anuncio de las candidaturas a los Premios Emmy ha animado un verano en el que se siguen estrenando buenas series y en el que habrá quien aproveche las vacaciones para ponerse al día con algunas de esas ficciones de las que todo el mundo habla. Mucho se ha hablado en los últimos meses de dos de ellas que, a juzgar por sus nominaciones a Emmy, han logrado entusiasmar al público y crítica: 'True Detective' y 'Fargo'.

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La dos ficciones comparten algunas semejanzas. Ambas se adentran en la Norteamérica rural, en pequeñas ciudades de Luisiana (sur) y Minnesota (norte), donde suceden escabrosos asesinatos que provocan el inicio de complejas investigaciones, chispa que prende el fuego que desencadenan sus complejas tramas. Una pone el foco en los inspectores de policía, la otra en los asesinos. Dos ficciones que rescatan para abrillantarlo y ponerlo de moda el formato de miniserie en varios episodios -una temporada- en medio de una edad dorada de la ficción televisiva en el que series con tramas de varias temporadas y tv-movies acaparaban todos los elogios y miradas.

Con 'True Detective' y 'Fargo', 2014 ha cerrado su primer semestre televisivo ofreciendo dos grandes regalos a los espectadores seriéfilos. Antes de que llegue la temporada de premios y alfombras rojas, en CadenaSER.com enfrentamos estas dos ficciones y hemos preguntado a David Redondo, redactor de televisión en CadenaSER.com y Los40.com, y a José M. Romero, compañero del programa La Script, cuál de las dos series es mejor: ¿'True Detective' o 'Fargo'?

'TRUE DETECTIVE' (Enero 2014. Creada por Nic Pizzolato. Canal HBO)

David Redondo: 'True Detective' es la gran y positiva sorpresa del año. Llegó en un momento en el que las grandes series de esta época han llegado o están llegando a su fin ('Breaking Bad', 'Boardwalk Empire', 'Mad Men', 'How I meet your mother'...) y donde otras nuevas pretenden hacerse con el lugar de honor que solo pueden otorgar espectadores y crítica al unísono como es el caso de 'House of Cards', 'Orange is the New Black' y habrá que seguir con atención la nueva temporada de 'Ray Donovan' que sube el telón este domingo.

En medio de este panorama desembarcó 'True Detective' en enero. De la mano de un casi desconocido creador, con un Matthew McConaughey en su actual línea de hacer olvidar los trabajos de años atrás (en cine ya lo vimos en sus nuevos registros en 'The Paperboy' o en 'Dallas Buyers Club') y con el sello de HBO que presentaba una obra cerrada en 8 episodios. 'True Detective' en su conjunto era una completa incógnita. Y su gran mérito es que lo sigue siendo.

Con un brillante arco argumental, se adentra en una investigación criminal en un área rural de EEUU a partir de la cual es capaz de reflejar aspectos concretos del momento y el lugar en el que ocurre la historia (forma de ser de los vecinos del pueblo, corrupción institucional...) y, lo más grandioso, mostrar y reflexionar sobre comportamientos generales del individuo y de la masa. 'True Detective' no es una ficción negra, criminal... es un tratado de sociología donde aparece la religión como una gran cortina de humo tras la que el ser humano ha escondido ambición, hipocresía, dolor, abusos, poder; un gran tratado en el que la soledad se apodera de los personajes de todas las maneras posibles: se adueña del enigmático y asocial personaje de McConaughey (Rush), también del triunfador personaje de Harrelson; en el caso de la esposa de éste, es la soledad en la que vive inmersa la sociedad la que despierta en ella deseos que, hasta entonces, reprimía en una mentira sustentada en la compañía de una familia que se caía a pedazos. Es una serie en la que, tras los disparos, los detenidos, los giros argumentales... tras todo afloraba la condición humana de la manera más cruda.

De compleja estructura, con saltos en el tiempo y manteniendo siempre una incógnita final, el guion es una absoluta maravilla que pretende huir del efectismo de otras ficciones en las que todo se reduce a que ocurra algo inesperado. Con unas soberbias interpretaciones de sus personajes protagonistas, bien secundados, 'True Detective' es una delicia incluso en el ritmo con el que también juega. Como ha jugado con sus espectadores. Como lo hizo 'The Wire'. una de esas series que se terminan comprendiendo con el tiempo.

Jose M. Romero: 'True Detective' siempre contó con ventaja. La potente maquinaria promocional de HBO y el hecho insólito de que un guionista casi desconocido escribiera todos los capítulos despertaron una expectación (ahora llamada hype por los modernos) que consiguió mantener semana tras semana. Nos ha hecho teorizar llevando al límite la ambigüedad de sus personajes con hipótesis, tan plausibles como descabelladas, que no recordábamos quizás desde 'Lost' o 'Twin Peaks'. La serie se sustentó en el juego de tiempos narrativos a través de unos diálogos fascinantes que acabaron por desvanecerse pese a recurrir a la acción y dejarnos boquiabiertos con ese memorable plano secuencia. El debate generado alimentó una adhesión inquebrantable, a veces forzada, que nos cegó ante la traición de Nic Pizzolato. 'True Detective' se perdió en sus propias teorías, dejó cabo sueltos y rompió la promesa de su creador, que ideó un cierre edulcorado, incompatible con el puzzle al que nos había enganchado. 'True Detective' siempre quiso ser más de lo que fue.

FARGO (Abril 2014. Creada por Noah Hawley. Canal: FX)

David Redondo: Es una ficción notable en prácticamente todos sus elementos. De ahí el éxito de nominaciones en los premios Emmy en los que, de haber competido como serie y no como miniserie, quizá no hubiese peleado por el premio gordo de Mejor Drama.

'Fargo' ha alcanzado dos hazañas muy complicadas, en apariencia sencillas. Desligarse de la buena película que todo amante a la ficción en cine o televisión ya conocía y contar maravillosamente bien una historia en diez episodios. Esto último es vital y es el gran atractivo que hoy en día presentan las series respecto al cine.

Pero se echan demasiadas cosas en falta en 'Fargo'. La ficción de FX nos cuenta la historia compartida de un asesino que jamás pensó que podría serlo (Lester Nygaard) y de otro que nació para ello (Lorne Malvo). Como en una boda, fuerzas ocultas del destino provocaron que ambos se cruzasen en la vida del otro y sellaran su unión para el resto de sus días. Asesinatos, investigaciones, sorpresas, ritmo... todo eso tiene 'Fargo' y es lo que la convierte en una serie de alto calibre.

Adolece de grandes interpretaciones. No desencantan ni Billy Bob Thornton ni Martin Freeman, pero tampoco han logrado dar con la tecla para que sus personajes, bastante bien dibujados en guion, trasciendan la pantalla como sí lo consigue McConaughey en 'True Detective', Cranston en 'Breaking Bad', Spacey en 'House of Cards' o Mads Mikkelsen en 'Hannibal'. Interpretaciones correctas, pero sin vida. Entre los secundarios, nivel similar. Se puede exceptuar a Bob Odenkirk -que consigue hacer olvidar a Saul Goodman desde el primer minuto en 'Fargo'- y a Allison Tolman que encarna a la sargento de policía.

Para lograr ese ritmo tan cómodo para el espectador que siente que el episodio siempre dura poco, 'Fargo' se ayuda de trucos realmente efectistas más que brillantes. Y en la búsqueda de ese efectismo -que ya ha enterrado a 'Homeland'-, la serie cae en situaciones o bien inverosímiles o bien ridículas.

Lo mismo le ocurre en los momentos en los que sopla ese aire de humor negro, que para muchos espectadores es otro punto a favor de la serie, pero que puede llegar a sacar lo peor de ella. Para hallar esos puntos, 'Fargo' fabrica personajes secundarios que son auténticos bufones más propios de una sitcom de emisión en abierto. Los agentes de la Policía Local, los del FBI, los hijos y esposa de Sam Hess, la señora Nygaard, el preparador físico... constituyen una parte decepcionante de esta serie a la que le falta trasfondo y a la que la pierde un final tan cerrado y previsible como mediocre.

Jose M. Romero: Frente al eco de 'True Detective', 'Fargo' ha tenido que ganarse el beneplácito de crítica y público minuto a minuto. Bajo el paraguas de una cadena menos potente pero con una apuesta encomiable por atraer lo diferente, esta especie de spin-off de la película de los Coen contaba con la etiqueta negativa de adaptación. Y de ella han sacado sus virtudes. Atrapados por la estética, la atmósfera y el humor negro del mejor cine de los hermanísimos, 'Fargo' ha sabido emanciparse. Parece fácil, 'Hannibal' también lo ha conseguido pero ahí está 'Bates Motel' para quien la quiera ver. La ficción de FX ha logrado combinar una historia nueva con todo el universo cinematográfico hasta diseñar unas tramas que nunca pierden ritmo por la construcción de los personajes secundarios. Algo de lo que cojeó 'True Detective'. El retrato de la condición humana y de los deseos ocultos y la gestión del mal ofrecen una historia que trasciende el género criminal y policíaco para plantear una reflexión moral y social a la altura del film de los noventa. 'Fargo' no contaba para ser la serie del año y lo de ficción revelación se le ha quedado corto

Indudablemente, 'True detective' y 'Fargo' sustentan su excelencia en la complejidad de unos personajes poliédricos magníficamente interpretados por unos actores de primer nivel. Va a ser difícil olvidar a ambas parejas. La diferencia. 'True Detective' es Woody Harrelson y Matthew McConaughey. 'Fargo' es mucho más que Martin Freeman y Billy Bob Thornton .

 
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