La reina ha agradecido a la Cruz Roja Española la ayuda que viene ofreciendo «sin fijarse en banderas, en patrias, en la piel, sin preguntar, sin juzgar», en el acto central conmemorativo del 150 aniversario de esta organización. Se trata de las primeras palabras que pronuncia como reina en un acto oficial. Doña Letizia ha querido reconocer el compromiso «admirable» mantenido durante este tiempo por la organización «con la defensa de la dignidad de las personas, en todas sus formas y en cualquier lugar de nuestro mundo». Durante el acto, celebrado en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, han intervenido representantes de esta ONG en diversos lugares del mundo, como Filipinas, cuyo presidente, Richard Gordon, se había referido erróneamente a la reina con el nombre de Felicidad, en vez de Letizia, detalle que ella ha convertido en divertida anécdota. La celebración de los 150 años de Cruz Roja Española ha servido para que cientos de voluntarios y miembros de esta organización expresaran su cariño a la reina en uno de sus primeros actos públicos tras la proclamación de Felipe VI. La buena acogida se ha reflejado tanto en fuertes aplausos en el auditorio como en un multitudinario «baño de masas» a la salida del acto, cuando doña Letizia ha dedicado bastante tiempo a estrechar las manos de todos aquellos que querían saludarla y hacerle fotos. En su discurso de clausura, la reina ha recalcado la «gratitud» que toda la sociedad debe a Cruz Roja, a sus 210.000 voluntarios españoles, a su millón largo de socios, sobre todo por ser «la verdadera energía que mueve el mundo: la energía de la solidaridad, la de ser mejor, la de hacer el bien». Con ello, ha intentado mencionar los ámbitos más significativos en los que trabaja la Cruz Roja, como la ayuda a los mayores, los servicios de emergencias, la ayuda a la mujer, a los refugiados, a inmigrantes y asilados, reclusos, toxicómanos, entre muchos otros, aunque según ha reconocido, es «imposible» mencionarlos todos. «¿Dónde no estáis? Siempre donde se os necesita. Siempre», ha subrayado antes de recordar que la institución recibió en 2012 el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. «Prevenís y aliviáis el sufrimiento humano, protegéis la vida y la salud, hacéis respetar la dignidad de las personas, salváis vidas, protegéis los medios de sustento, posibilitáis una vida sana y segura y promovéis la inclusión social y una cultura de no violencia y de paz», ha sostenido. Doña Letizia ha citado por sus nombres a aquellos voluntarios y beneficiarios que como protagonistas, estaban en el escenario para representar a este colectivo, y cuyas experiencias se han podido conocer a través de unos vídeos proyectados en la primera parte del acto. Entre ellos se ha podido escuchar a Pepi, que cayó en una depresión tras quedar viuda y ahora ha recuperado la ilusión con Cruz Roja, a Patricia, volcada en ayudar a niños inmigrantes, a Juan, rehabilitado tras pasar por la cárcel y haberse visto atrapado en el mundo de las drogas, a los adolescentes José Ignacio y Nicole, a punto de caer en la exclusión, o a André, un refugiado congoleño que ayuda a quienes sufren la misma experiencia que el pasó hasta que llegó a España. También había una silla vacía, la de una mujer víctima de malos tratos, sin rostro y con el nombre ficticio de María que ha expresado su agradecimiento por el apoyo recibido de Cruz Roja. La organización se distribuye a través de 700 asambleas repartidas por toda España, con 110.000 socios y una red de voluntarios que según el presidente de Cruz Roja Española, Juan Manuel Suárez del Toro, suponen «una gran red de voluntades, sentimientos, talentos, experiencias, iniciativa, compromiso e ilusión», ha expresado.