Los otros partidos alemanes
Alemania es el país que más eurodiputados envía a Estrasburgo, un total de 96
En esta legislatura, junto a los parlamentarios de los grandes partidos que lideran Angela Merkel y Martin Schulz, no sólo se sentarán siete euroescépticos germanos sino también representantes de siete partidos pequeños, entre ellos, un miembro de la formación neonazi NPD.
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La eliminación por parte del Tribunal Constitucional de la cláusula barrera del 3% para las elecciones europeas ha abierto las puertas del Europarlamento a los partidos pequeños en Alemania. En febrero de este año, el alto tribunal de Karlsruhe dictaminó que este umbral mínimo exigido para contar con representación parlamentaria en Europa atentaba contra la igualdad de oportunidades y era, por lo tanto, contrario a la Ley Fundamental germana. La sentencia cayó entonces como un jarro de agua fría en los grandes partidos quienes ahora, con los resultados de los comicios del domingo en la mano, tratan de encajar el golpe.
Alemania es el país que más eurodiputados envía a Estrasburgo, un total de 96. En esta legislatura, los grandes partidos estarán acompañados en la Eurocámara por otras formaciones minoritarias. Los pequeños partidos alemanes han logrado "adueñarse" de catorce escaños en las elecciones europeas: siete van a parar a manos de los euroescépticos Alternativa para Alemania; los siete restantes, se reparten entre siete formaciones que representan a un perfil de votantes muy diferente.
Entre ellos, destaca el partido neonazi NPD que en estos comicios ha logrado un 1% de los votos. Sus resultados no satisfacen sus expectativas iniciales ya que la formación de extrema derecha esperaba lograr un apoyo del 2,5%, no obstante, el porcentaje de votos alcanzado le será suficiente para contar con un diputado en el parlamento europeo. De poco parecen haber servido las advertencias del socialdemócrata Martin Schulz, quien preocupado por la abstención en los comicios, en uno de los debates televisados animó efusivamente a sus compatriotas a ir a votar para lograr que "el partido que defiende la ideología de Adolf Hitler no logre un parlamentario que ensucie el nombre de Alemania en Europa".
Su entrada en la Eurocámara, a pesar de no contar con demasiado eco mediático en el país centroeuropeo, ha sido calificada como un "horror" por el ministro de Exteriores germano, Frank-Walter Steinmeier. El NPD ha logrado sobrevivir a los intentos de ilegalización, el último el año pasado cuando los 16 estados federados alemanes presentaron ante los tribunales una solicitud para forzar la desaparición del partido porque asume la ideología del partido de Hitler y, por lo tanto, socava los principios en los que se asienta el Estado alemán actual.
Otro de los parlamentarios alemanes que luchará en solitario en Europa es Martin Sonneborn, representante de Die Partei, una formación que adopta la ironía como pilar de su programa electoral. Sonnerborn, ex director de la revista satírica Titanic ha concurrido a estas elecciones con lemas tan poco ortodoxos como "La UE nos da absolutamente igual" y defendiendo como propuesta estrella el principio del interés propio. "Vamos a intentar dimitir mensualmente para que los 60 miembros del partido pasen por el parlamento europeo", señala Sonneborn. De esta forma, explica el político, cada uno de los representantes de Die Partei podrá cobrar los altos sueldos a los que acceden los eurodiputados y beneficiarse de las compensaciones económicas que implican las renuncias en la Eurocámara, donde se contemplan seis meses de sueldo a modo de transición.
Además de neonazis y candidatos irónicos, Alemania sentará en el parlamento europeo un miembro del Partido Pirata, otro del Partido Ecológico Democrático, uno más del Partido Animalista, un representante del Partido de la Familia y otro de Electores Libres.
Los piratas que hace un par de años irrumpieron con fuerza en el panorama político alemán se tendrán que conformar con un eurodiputado, la joven Julia Reda de 27 años, quien durante la campaña defendió una reforma de la ley de asilo, la reducción de fronteras y una mayor transparencia de las instituciones europeas. Asimismo, pretende hacer frente al Tratado de Libre Comercio con EE.UU. Un objetivo que comparte con Klaus Buchner, europarlamentario del Partido Ecológico Democrático que sitúa el medio ambiente y la familia en el centro de sus preocupaciones políticas. De defender la familia también se ocupará Arne Gericke, europarlamentario que representará al Familienpartei. Padre de siete hijos (cuatro biológicos y tres de acogida) quiere que se reconozca la labor educativa de los padres como un trabajo remunerado.
Por su parte, el Partido Animalista estará representado en Europa por Stefan Eck, un político vegano que ha conseguido convencer al 1,2% de los electores alemanes. Su objetivo será poner en la agenda europea todos aquellos temas que afecten al bienestar animal. Entre ellos, terminar con "la masacre de los perros callejeros en Rumanía" y con la pérdida de biodiversidad. Electores Libres se presenta en Europa con un discurso euroescéptico: rechazan con vehemencia la política de rescates comunitaria y apuestan porque países con problemas recuperen su moneda nacional. Sus mayores preocupaciones son la política agraria y la protección de los consumidores.