El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el cabeza de lista del PP, Miguel Arias Cañete, han coincidido hoy, en la recta final de la campaña, en apelar a la recuperación económica y a la revalorización y el mantenimiento de las pensiones para pedir que el voto del domingo vaya a su partido y no al PSOE. Rajoy y Cañete han protagonizado el mitin central de los populares en Málaga, el segundo que el presidente del Gobierno ha tenido en Andalucía en esta campaña, y los dos han vuelto a arremeter contra los socialistas y advertir de que no se puede votar a los mismos que «destruyeron» España y la dejaron «al borde de la quiebra y del rescate», según ha dicho el presidente. El jefe del Gobierno ha asegurado, ante más de 4.000 simpatizantes y militantes, que piensa «aguantar» pese a las críticas, y seguirá haciendo «lo posible y lo imposible» para sacar a España del «hoyo» en el que la metieron los «irresponsables» de los socialistas. Rajoy ha insistido en que el PSOE tiene que seguir una «larga temporada» en la oposición y debe intentar «renovar sus ideas», mientras que Miguel Arias Cañete ha ido más allá y ha dicho que los socialistas «se merecen» el domingo «una derrota de alcance incalculable». Cañete se ha referido a los dirigentes del PSOE como esos «pedazo de progres» que dejaron numerosos «pufos», entre los que ha citado el déficit público y la Seguridad Social. Y en una intervención en la que no ha vuelto a hablar de su polémica sobre la superioridad intelectual y el machismo, el cabeza de lista del PP ha subrayado que tuvo que llegar el Gobierno de Rajoy para solucionar esos «pufos» y ha puesto en valor las reformas del Ejecutivo, entre ellas la laboral, impulsada por un «pedazo de mujer», la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Mientras, ha criticado a su rival socialista, Elena Valenciano, otra «pedazo de pogre» que ni «piaba» cuando durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero perdían su empleo novecientas mujeres al día. Rajoy y Cañete no solo han coincidido en subrayar el riesgo que tendría que ganaran los socialistas porque se repetirían en Europa las políticas que provocaron desempleo y dejaron el país al borde de una intervención económica. También han aludido los dos a las pensiones para insistir en que ha sido este Gobierno del PP el que las ha garantizado y revalorizado en lugar de congelarlas. Así, tras recordar que su Gobierno aprobó una norma que «garantiza la revalorización» - y disminuye el poder adquisitivo- de las pensiones, Rajoy ha apuntado: «no podemos permitirnos que triunfen las ideas -de los socialistas-, que las congelaron y las pusieron en peligro». Por su parte, Cañete ha dicho que «los españoles no pueden apoyar con su voto al partido que puso en riesgo las pensiones», y ha apuntado que los «pedazo progres» dejaron la caja fuerte de la Seguridad Social «con telarañas y un pufo de 7.700 millones». Ha habido más reproches al PSOE, como cuando Rajoy ha dicho que en su campaña los socialistas no hablan ni de Europa ni de crecimiento ni de empleo, ni quieren que otros den buenas noticias. «Pues yo voy a hablar de Europa, de economía, de crecimiento y empleo, y voy a dar buenas noticias, porque es lo que quieren todos los españoles», ha subrayado el presidente, quien ha recalcado que la oposición ha arremetido en esta campaña contra Cañete porque le tiene «miedo», al ser el «mejor candidato». Y Cañete, de nuevo, ha aludido al «flaco servicio» que el primer ministro francés, Manuel Valls, le ha hecho al PSOE participando en su campaña. Valls, ha recordado Cañete, ha dicho que sus políticas de austeridad no son como las españolas, pero según el candidato popular se refería a las de José Luis Rodríguez Zapatero y no a las de Rajoy. «Vaya aliado que se ha buscado Valenciano», ha añadido.